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Los pediatras recomiendan la revacunación para evitar brotes, epidémicos de paperas

En una década, la incidencia de parotiditis ha descendido más del 80% en España

Hasta la década de los ochenta, la mayoría de los niños españoles se parecían durante 10 días de su vida al hombrecillo del limpiador Netol. Los papos hinchados a reventar por culpa de la parotiditis, vulgares paperas, hoy casi erradicada gracias a una vacuna que se administra a los 15 meses junto a la del sarampión y la rubeola. Un brote epidémico surgido este mes en varias localidades de Badajoz, nada menos que 210 casos en pocos días, pone de manifiesto la validez de una recomendación que hicieron hace poco los pediatras: la necesidad de hacer una segunda inmunización de recuerdo a los 11 años de edad.La vacuna de la parotiditis en las nuevas generaciones ha permitido una espectacular disminución de la incidencia de esta infección en España con casi 40.000 casos anuales en 1982 y sólo 6.084 en 1994, según datos del Centro Nacional de Epidemiología. "Se trata actualmente de una enfermedad endémica en vías de desaparición como la poliomielitis o la difteria, gracias al éxito de la medicina preventiva", explica Carlos Marina, jefe de Pedriatría del Hospital de Madrid y miembro de la Asociación Española de Pediatría.

El uso sistemático en la sanidad pública de la vacuna de la triple vírica (sarampión, rubeola y parotiditis) ha hecho igualmente descender la incidencia del sarampión y la rubeora, hasta el punto de que, según Marina "entre los médicos muy jóvenes es relativamante normal que no hayan visto un sólo caso en su vida de estas infecciones".

Parámetros sanitarios

Pero, de repende, un brote epidémico como el ocurrido este mes en varias localidades de Badajoz invita a reflexionar sobre los parámetros sanitarios vigentes. El calendario vacunal español data de 1978, razón que esgrimen las autoridades de la Junta de Extremadura para explicar que la epidemia de paperas surgida en la región afecta a adolescentes entre los 12 y los 20 años de edad que no fueron inmunizados conforme a la citada normativa. La epidemia, calificada de "considerable" por los especialistas consultados, se inició en la localidad pacense de Jerez de los Caballeros extendiéndose a otros pueblos de alrededor.

"El mensaje final de todo esto es insistir en la ineludible necesidad de actualizar el calendario vacunal en España con una nueva dosis de la triple vírica a los 11 años. En algunas comunidades autónomas ya se está haciendo tanto en niñas como en niños porque es un recuerdo inmunológico necesario", afirma Carlos Marina.

Esta es una recomendación que la Asociación Española de Pediatría hizo oficialmente al Ministerio de Sanidad y a las 17 comunidades autónomas el pasado diciembre, siguiendo las líneas adoptadas por los especialistas estadounidenses. A pesar de contar con una vacuna específica contra la parotiditis desde hace poco más de una década, los pediatras de EE UU comprobaron que en muchos casos una sola dosis en la infancia no asegura la inmunización total a lo largo de la vida, como lo dernostró la existencia de rebrotes.

Con la infección en el aire, jóvenes sin inmunizar y jornadas enteras compartiendo la escuela, las paperas se extienden como la pólvora, a través de minúsculas gotitas de saliva. Como indica Antonio Guerrero, jefe del servicio de Enfermedades Infecciosas del hospital Ramón y Cajal, de Madrid, la parotiditis es una infección Ilamativa, pero benigna en la mayoría de los casos. Tras un periodo de incubación no mayor de tres semanas, la enfermedad dura entre 7 y 10 días y se caracteriza por malestar general, fiebre entre 38 y 40 grados y tumefacción dolorosa de la glándula parótida (situada debajo de la mandíbula) que aumenta de tamaño entre tres y cuatro veces durante el curso de la infección.

El 85.% de las infecciones de paperas se produce antes de los 15 años de edad, con mayor incidencia entre los cinco y los 10 años. El tratamiento por ahora es simplemente sintomático. Los afectados deben mantener una dieta blanda y "¡sin ácidos!", recuerda Marina. "Lo peor que se puede hacer es darle al niño un zumo de limón, porque le provoca una contracción de la glándula y le hace polvo".

Las paperas no revestirían mayor importancia si no fuera por el riesgo de que entre un 20% y un 30% de los casos, especialmente en varones, cursaran con preocupantes secuelas. El virus que causa la parotiditis, un paramyxovirus, puede afectar también a los testículos, el páncreas o las meninges.

La epidídimo orquitis o inflamación de los testículos como secuela de las paperas puede causar finalmente la esterilidad del varón si se produce de forma bilateral, cosa que ocurre en un 2% de los casos, según indica Marina. En circunstancias normales, a la edad de 20 años, el 90% de la población se encuentra inmunizada frente a este virus, bien por vacunación, por haber padecido la infección o haberla sufrido de forma asintomática. Pero queda hoy por hoy un porcentaje que lleva a Antonio Guerrero a plantear si no sería incluso conveniente la vacunación de varones adultos para evitar riesgos.

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