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Dini tiene asegurada su investidura como primer ministro italiano

Lamberto Dini, el nuevo primer ministro italiano, tiene ya práctica mente asegurada su investidura al término del debate, que comenzará esta tarde. Los 17 diputados disidentes de la Liga Norte se orientan a votarle, y bastantes parlamentarios de Refundación Comunista se han dicho dispuestos a garantizar su elección, ausentándose del pleno o incluso dándole su apoyo, si fuera necesario. Berlusconi barrunta otra derrota, y cede de nuevo. "No soy un obseso de las elecciones", dijo el sábado. Es posible que también apoye a Dini cuando se vote, el miércoles.

Un día antes de hacer estas, declaraciones, y de afirmar que se conforma con que se vote en "un plazo razonable", Silvio Berlusconi hablaba de "clima de subversión" y exigía que el presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro, se comprometiera a disolver las cámaras en tiempo útil para que se pudiera votar el 11 de junio. A lo largo de la crisis desatada con su dimisión, el pasado 20 de diciembre, el líder de Forza Italia ha sostenido que la única alternativa legítima a su Gobierno eran las elecciones. La ruptura de la Liga, que abandonó la coalición que sostenía al Gabinete, era, para Berlusconi, "una traición" y un motivo de crisis institucional. "Algo así como si la mitad de los conservadores ingleses se pasaran al laborismo. ¿Qué confianza en el sistema le iba a quedar a la gente?", ha dicho Giuliano Ferrara, portavoz del Gobierno de Berlusconi.

Berlusconi ha razonado hasta la saciedad que el sistema electoral mayoritario fija un vencedor y un vencido, e implica un mandato al diputado de fidelidad al voto recibido. Añade que, en el, norte de Italia, los diputados de la Liga fueron elegidos con los votos de Forza Italia en virtud de un pacto preelectoral y que el paso de éstos a la oposición significa regalar el poder "a los comunistas" que perdieron las elecciones.

El líder de la Liga, Umberto Bossi, responde que el acuerdo de Gobierno fue poselectoral y que la Liga lo ha roto porque el programa acordado no estaba siendo cumplido. El único traidor, sostiene, es Berlusconi. La Constitución apoya el punto de vista de Bossi, ya que no reconoce ningún mandato vinculante del diputado con los electores y establece que, tras la caída de un Gobierno, el presidente de la República debe sondear la posibilidad de que se forme en el mismo Parlamento. La disolución de las cámaras es sólo el recurso extremo.

Este protagonismo del jefe de Estado, que ha dirigido la crisis con riguroso respeto a la norma básica, explica que Scalfaro haya sido duramente atacado por Berlusconi y la derecha con dos argumentos: que fue elegido por el Parlamento anterior, considerado deslegitimado, y que han corrido rumores de implicación del jefe del Estado en el escándalo de la apropiación indebida de los fondos reservados del Ministerio del Interior.

Los votos de la oposición La designación de Dini, ex ministro del Tesoro de Berlusconi, como primer ministro ha des montado el argumento de que Scalfaro estaba dando el poder a los perdedores de las elecciones. Dini será investido, sin embargo, gracias a los votos de la oposición, y básicamente del Partido Popular Italiano, de la Liga Norte y del Partido Democrático de la Izquierda, que no han dudado en apoyar a un economista decidido a recortar las pensiones de los italianos. Si Forza Italia le apoya finalmente, será sólo por camuflar una derrota indiscutible.

La contienda ha dejado heridas en el bloque de la derecha. Los ex democristianos del Centro Cristiano Democrático, por ejemplo, consideraban ayer que un voto favorable a Dini sería injustificable y dividirá inevitablemente el bloque.

Clima de precampaña electoral en marcha

Nadie sabe lo que durará el Gobierno de Lamberto Dini, pero está claro que los italianos votarán dentro de no mucho tiempo. Los enfrentamientos de los últimos días traslucen incluso un clima de precampaña electoral evidente.Es seguro que no se votará en primavera, porque hasta el bloque de la derecha ha abandonado ese objetivo. También parece que se aleja la fecha de junio, aunque varios de los nuevos ministros creen poder terminar su tarea en sólo dos meses.

El Partido Democrático de la Izquierda (PDS) habla de elecciones en otoño. Pero el líder radical Marco Pannella sigue intentando convencer a Lamberto Dini de que se vote en junio porque, sostiene, problemas de calendario impedirán que, si no se celebran en esa fecha, las elecciones puedan realizarse antes de marzo de 1996.

En el clima preelectoral destacan nuevas denuncias de implicaciones mafiosas de la de recha derivadas de la difusión de las escuchas telefónicas de un financiero ligado al capo mafloso Totó Riina, que habla con un senador- de Alianza Nacional prestándole su apoyo. La circulación de este tipo de noticias se volvió en contra de la izquierda en las pasadas elecciones, ya que potenciaron el papel de víctima que asumió Berlusconi.

El tono de precampaña subirá durante el congreso de Alianza Nacional, que comenzará el miércoles con la disolución del neofascista Movimiento Social Italiano (MSI).

Otra cita importante de la semana es el juicio preliminar que se inicia el viernes en Palermo para decidir si el ex primer ministro democristiano Giulio Andreotti debe o no ser procesado como presunto mafioso. En este contexto se inscriben las grabaciones que circulan de conversaciones de Corrado Carnevale, un ex juez del Tribunal Supremo sospechoso de haber favorecido a la Mafia y presuntamente ligado a Andreotti. Carnevale insulta a Giovanni Falcone y a Paolo Borsellino y asegura que no lamenta su muerte.

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