El embajador francés en época de los GAL quiere declarar ante Garzón

Pierre Guidoni, embajador de Francia en Madrid desde 1983 a 1985, cuando los GAL cometieron la mayor parte de sus atentados, está dispuesto a comparecer ante los tribunales españoles para declarar todo lo que sabe al respecto. Así lo manifiesta en un extenso artículo que EL PAÍS publicará mañana, en el que descarta la implicación de Felipe González en la guerra sucia contra ETA, pero no la participación de elementos de la policía española. La aparición de los GAL, argumenta Guidoni, fue muy contraproducente para la estrategia del Gobierno español respecto a Francia.

"Que el Gobierno español hubiera tenido algo que ver con la existencia y la acción de los GAL era para nosotros psicológicamente inverosímil, políticamente absurdo y técnicamente imposible", asegura el ex embajador y amigo personal de Felipe González. Guidoni hace, sin embargo, una escrupulosa distinción entre el Gobierno español, que circunscribe al "presidente, vicepresidente, ministros y secretarios de Estado", con los que mantenía relaciones directas, y otros servicios del Estado."Podíamos pensar", explica el ex embajador, "que en los servicios encargados de combatir el terrorismo, en Bilbao o en otros sitios, un grupo de imbéciles convencidos de que Francia no haría nunca nada ni cooperaría jamás, condicionados por la francofobia histérica de una parte de la prensa, ignorantes de lo que preparaban en secreto los dos Gobiernos, incapaces de prever que el acercamiento entre Francia y España -en el que no creían- aportaría rápidamente tales resultados, decidieron en otoño de 1983 recurrir a métodos ilegales y criminales, en territorio francés, para combatir a ETA con sus propias armas".

Por otra parte, el ministro español de Asuntos Exteriores en aquella época, Fernando Morán, aseguró ayer que el Gobierno, no trató nunca el asunto de los GAL y que Francia "nunca presentó una protesta diplomática". Página 15