Las bolas de carne con alfileres halladas en el Retiro contenían también arsénico

Los perros que acuden al. parque del Retiro a pasearse, ladrar a las ardillas y marcar los árboles con un chorrito de pis corrieron peligro de muerte esta semana. Las decenas de bolas de carne encontradas con alfileres y otros objetos punzantes en su interior (véase EL PAÍS del jueves) contenían también veneno, concretamente arsénico.El concejal de la Junta de Retiro, Juan Antonio Gómez Angulo, recibió ayer a última hora de la mañana un primer resultado de los análisis que encargó al Instituto Nacional de Toxicología, aunque aún no se ha determinado la cantidad de arsénico contenida en las bolas de carne. A la espera de las conclusiones definitivas de los análisis, Gómez Angulo llama a los propietarios de perros a extremar las precauciones y recomienda llevar a los animales atados y con bozal para evitar que ingieran alguna bola que haya quedado en el parque. Los empleados del Retiro, junto con varios vecinos, rastrearon el lunes el parque para retirar las mortales albóndigas. De momento; ninguna clínica veterinaria ha comunicado ningún caso de envenenamiento.

El concejal ha anunciado que, cuando le entreguen los resultados de la analítica, presentará una denuncia en comisaria para que la policía investigue los hechos, ya que, en su opinión, alguien ha cometido un delito contra la salud pública. Las primeras bolas de carne se detectaron por el fuerte olor que desprendían en la zona más próxima a la avenida de Menéndez Pelayo. Los propietarios de perros asiduos al Retiro consultados apuntaron a algunas personas del barrio a quienes los perros les resultan molestos como los posibles tramperos.