El comandante de la ONU dice que la tregua naufragará en Bosnia sin diálogo
El comandante en jefe saliente de los cascos azules en Bosnia, general Michael Rose, se despidió ayer oficialmente de los líderes serbios y bosnios antes de abandonar su puesto de mando en Sarajevo, el martes de la semana próxima. El Militar británico advirtió que el precario alto el fuego puede esfumarse si no se reavivan rápidamente, con auspicio internacional, las negociaciones de paz. Entretanto, ayer por la tarde se realizó en el puente de la Fraternidad de Sarajevo un intercambio de 100 prisioneros de guerra.
España anunció ayer el envío de 136 militares para reforzar. el actual contingente de cascos azules de la Agrupación Extremadura en Bosnia. El refuerzo responde a la solicitud de la ONU para incrementar en 6.500 hombres las tropas que han de vigilar el cumplimiento de la última tregua. Londres, por su parte, anunció ayer que ampliará su participación con 15 helicópteros, 200 tripulantes y 20 observadores militares.El general Rose, elogiado por librar en febrero del año pasado a la ciudad de Sarajevo de un feroz asedio serbió, se marcha suscitando mucha menos simpatía que a poco de su llegada. Ayer se dezpidió del líder serbobosnio, Radovan Karadzic, con quien estuvo 30 minutos en Pale, y de su general en jefe, Ratko Mladic, al que visitó en la vecina montaña de Jahorina. Ambos le elogiaron sin reservas y el último le obsequió con una imagen de San Jorge y un retrato de Rose hecho por un pintor serbio.
Con anterioridad el general británico había visitado en Sarajevo al presidente bosnio, Aliá Izetbegovic, pero nada ha trascendido de esta presumiblemente fría despedida. Sarajevo pretende conmemorar la semana próxima sus mil días de asedio por los serbios con una serie de manifestaciones a las que han sido invitadas casi tres centenares de personalidades. El primer ministro bosnio, Haris Silajdzic, dijo recientemente que la salida de Rose "era buena para él y para Bosnia".
A Rose, que será sustituido la semana próxima por otro general británico, Rupert Smith, el Gobierno de Sarajevo le acusa de haber basculado hacia los serbios y de bloquear, por lo mismo, las represalias aéreas de la OTAN contra el ejército de Karadzic.
En las últimas horas la situación militar en Bosnia está marcada por la continuación de los combates en Bihac -al noroeste, adonde viajó ayer el jefe de los cascos azules para la antigua Yugoslavia, general de Lapresle- y escaramuzas ocasionales en otros frentes.
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