Los 'cerebros' del PP auguran un parón económico a partir de mediados de año si no se convocan elecciones

El equipo económico del Partido Popular (PP) afirma que, si no se convocan elecciones en un plazo relativamente breve, la economía española sufrirá un parón importante, que podrá apreciarse probablemente desde mediados de este mismo año; y el deterioro se extendería a la tasa de crecimiento de 1996 si no se normaliza la situación en los mercados financieros y el Gobierno recupera la capacidad de gestión después de una convocatoria electoral. Esta fue la principal conclusión del cónclave de analistas económicos del PP, presidido por Cristóbal Montoro, que examinaron las convulsiones económicas el viernes en Madrid.El Partido Popular cuenta con una comisión de economía, presidida por Cristóbal Montoro, que suma decenas de opiniones, entre miembros del partido afines a la cuestión económica y un grupo de expertos externos. El pasado viernes la reunión fue más reducida: incluyó solamente a los expertos del PP en mercados financieros. Montoro presidió el encuentro, al que asistieron, entre otros, Francisco Utrera como secretario de la comisión, José Luis Feito, Guillermo López Amor, Baldomero Falcones, Luis Gámir y Mariano Alierta. Las reuniones son cerradas.

El objetivo de la cita del pasado viernes era evaluar los daños que en la economía española está produciendo la concatenación de escándalos políticos, cuyos efectos se han trasladado a los mercados monetarios, y la reciente subida de tipos de interés. En el debate no hubo lugar para el optimismo. En opinión del PP, el impacto sobre la credibilidad de los gestores económicos es muy elevada y sin retorno; y tal credibilidad solamente puede recuperarle con unas elecciones anticipadas.

La argumentación del equipo económico de, José María Aznar es que el aumento de los tipos -inducido por las amenazas inflacionistas latentes y la llamada "pérdida de credibilidad", causa de la crisis monetaria más reciente, producirán un parón económico a mediados de este año; parón que, a su vez, reducirá la tasa de crecimiento de la economía española por debajo del 2% este año y en 1996. Para ser exactos, la economía española, que en el primer trimestre crecería en torno al 3%, desaceleraría el crecimiento hasta el 2% en el segundo trimestre y continuaría el deterioro en la segunda parte del año.

Entorno desfavorable

Aunque hubo acuerdo sobre el fondo de la cuestión -debe recuperarse la credibilidad para garantizar la recuperación de la economía-, hubo diversas opiniones sobre las cifras; algunos analistas del PP consideran que es excesivo suponer que la tasa de. crecimiento actual sea del 3%.

"La ralentización del crecimiento en el segundo trimestre del año, ocasionada por la subida de tipos de interés, tendría una importancia relativa si se hubieran despejado las incertidumbres que pesan sobre los mercados en el orden político", informó a EL PAÍS uno de los participantes en la reunión. E insiste en que la credibilidad solamente se recuperará con elecciones anticipadas. "Si las elecciones no se convocan, aunque se defina un entorno político en el que no se acumulen crisis graves

[como la presente del GAL], los mercados vivirán inquietos; y, en el mejor de los casos, que es el que no haya otra crisis monetaria grave, tendremos una economía obligada a vivir con tipos de interés altos".

El PP entiende que los mercados han dictado ya la inapelabilidad de una convocatoria electoral anticipada, salvo que se pretenda proseguir la recuperación de la economía en un entorno de tipos altos. Añaden además el hecho de que el Presupuesto del Estado para 1995 fue mal recibido por los analistas y los inversores, y que las recientes medidas de ajuste decididas por Pedro Solbes, un "retornó voluntarista" (dicen) hacia un Presupuesto más ajustado, son insuficientes para convencer a los mercados de que será posible controlar el déficit del sector público.

La posición del Ministerio de Economía sobre estos puntos es, por contra, relativamente positiva. En su opinión, la tendencia alcista del ciclo supera cualquier tensión contra el crecimiento.