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Aznar no consigue convencer a los empresarios catalanes de la necesidad de elecciones anticipadas

El presidente del Partido Popular (PP), José María Aznar, perdió anoche una excelente oportunidad para inculcar a los empresarios catalanes la idea de que la anticipación de laselecciones generales es la única salida a la crisis política y la mejor alternativa para consolidar el crecimiento económico. Aznar, que pronunció una conferencia en el Círculo de Economía, centró sus palabras en reiterarsus tesis ya conocidas en esta materia y eludió las propuestas concretas sobre la economía. Sus palabras causaron una evidente decepción entre los asistentes, que abarrotaron las menguadas instalaciones del Círculo.

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Convencer a los socios del Círculo de Economía hubiera sido una forma de empezar a poner las bases para conseguir un giro en la política de apoyo al Gobierno socialista del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. "Pero Aznar no ha parecido darse cuenta de eso", advertía un asistente.El Círculo no es una entidad abiertamente convergente, pero sus opiniones son altamente representativas del sector más dinámico de la economía catalana. Conseguir que este foro de opinión haga suya la idea de que lo mejor hoy es adelantar los comicios es tanto como poner contra las cuerdas a Pujol. Este diíicilmente podría seguir defendiendo la continuidad del Gobierno en nombre de la consolidación de la economía si son los empresarios quienes le piden la consulta electoral.

El líder conservador reivindicó para su formación la reconstrucción del centrismo político español. Se arrogó el máximo protagonismo de una mayoría amplia con estos objetivos: "Eliminar la inestabilidad institucional, devolver la confianza a los ciudadanos y al exterior del país, ocuparse de los problemas pendientes y, sobre todo, despejar el horizonte de la vida política".

Aznar ofreció la alternativa de "una nueva mayoría amplia, capaz de actuar con geñerosidad". Descalificó la moción de confianza porque "en este momento no resuelve nada, salvo que se esté depositando en un Gobierno de coalición, que no parece probable". El líder del PP admitió que, si presentará ahora la moción de censura, no obtendría la mayoría suficiente.

Aznar planteó una intervención lineal, en la que sólo los cantos a la moderación y al "entendimiento" parecieron adecuarse al auditorio. Dedicó 35 minutos a recordar las responsabilidades del Gobierno en la actual crisis política y apenas destinó un cuarto de hora a hablar de la importancia de la política europea -seguramente influido aún por su estancia de la víspera en París- y a dibujar un escenario económico muy negativo, poniendo énfasis en las abultadas tasas de paro, los problemas del déficit público, y exterior, y la inestabilidad de la peseta.

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Nada nuevo

Su intervención causó decepción entre los asistentes. "No hemos oído nada nuevo", "se ha equivocado en el planteamiento", "han faltado propuestas concretas", "ha perdido una oportunidad histórica de convencer a este grupo dirigente de la clase empresarial", fueron algunas de las reacciones de los asistentes. No faltó quien discrepó de estos comentarios al advertir que "no es necesario un programa, sino tomar decisiones".

La falta de propuestas de Aznar causó inquietud entre los empresarios, que le invitaron en el coloquio a explicar con mayor concreción su programa, especialmente en el terreno económico y más detalladamente en sus propuestas. para reducir el déficit público, "el problema que realmente genera desconfianza a los inversores extranjeros", según el anterior presidente del Círculo, Carlos Busquets. Aznar se escudó en la imposibilidad de explicar día a día qué tarifas aplicaría "en el IRPF, en la Seguridad Social o en el Metro de Madrid".

También fue interpelado sobre el tipo de estabilidad que emanaría de unas elecciones anticipadas si el vencedor se ve en la necesidad de pactar con otra formación, a lo que respondió con la confianza de que el FP "lograría una mayoría holgada".

El secretario de Estado de Economía, Alfredo Pastor, no resistió la tentación de interpelar a Aznar "no como secretario de Estado, sino como socio del Círculo". Pastor le requirió "qué estabilidad se genera en el muy corto plazo con la apelación diaria a las elecciones anticipadas".

Antes de pronunciar su discurso en la sede del Círculo, Aznar almorzó con Pere Duran Farell, presidente de Gas Natural. Para Duran, que en diversas ocasiones ha reconocido públicamente su amistad y afinidad ideológica con Felipe González y ha actuado de puente entre éste y Pujol, el encuentro con Aznar trataba de fortalecer la cohabitación de ideologías.

El empresano marcó sus distancias con el presidente del PP, al que no recibió en su domicilio: ambos compartieron mantel en un restaurante, quizá para no dar la sensación de que el encuentro era un capotazo al PP.

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