Plaza de Santa Ana
Quisiera felicitar a los responsables de Ayuntamiento en su legendaria e infatigable labor por convertir la plaza de Santa Ana en un paseo obligado para todos los madrileños. Después de no escatimar recursos policiales para expulsar a los aparentes artesanos, que en realidad eran peligrosos delincuentes y narcotraficantes, ahora la plaza está dominada por aparentes camellos y toxicómanos, que en realidad son personas interesadas por el arte y la cultura de la ciudad. Felicidades, señor Matanzo, digo señor Manzano.-
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