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YeItsin y Grachoy dejaron en 1992 el arsenal soviético en poder de Dudaiev

Pilar Bonet

El presidente de Rusia Borís Yeltsin; su ministro de Defensa, el general Pável Grachov, y el último ministro de Defensa de la URSS, el mariscal Yevgueni Sháposhnikov, son los principales responsables del abandono en 1992, a manos del general Dzhojar Dudáiev, de los arsenales soviéticos que los secesionistas chechenos emplean hoy para exterminar a los soldados rusos. Así se desprende de varias investigaciones publicadas en los medios de comunicación rusos, que coinciden ampliamente en su relación de sucesos ocurridos cuando Rusia daba sus primeros pasos como Estado independiente.

Tras la muerte de centenares de soldados rusos, algunos de los protagonistas de entonces se lavan hoy las manos o tratan de dirigir las sospechas sobre otros altos cargos en aquella etapa.Con el permiso del ministro de Defensa, Pável Grachov, el 25 de mayo de 1991 el general I. Strógov, número dos del distrito militar del Cáucaso del Norte, firmó un acuerdo con Dudáiev que contemplaba la retirada de tropas dé Chechenia y la entrega de la mitad de los arsenales militares que Rusia tenia en aquella república, según informó el periódico Rossia, citando una carta del ex fiscal general de Rusia, Valentin Stépafikov.

El trato se cerró, a pesar de que las autoridades rusas consideraban ilegales las elecciones que dieron el poder a Dudáiev en el otoño de 1991. Grachov, que el 7 de mayo de 1992 pasó a ser el primer titular del Ministerio de Defensa de Rusia, declaró, según Stepankov, que la entrega de armamento y equipo militar fue "acordada" con Yeltsin.

El pacto entre el Kremlin y Dudáiev no se cumplió. El Ejército ruso tuvo que interrumpir la operación de retirada de Sus arsenales -que duró tres días, del 2 al. 5 de junio de 1992- después de que Dudáiev la obstaculizara, según informó al diario Rossiskaia Gazeta, un oficial que estuvo destinado en la división motorizada 42, emplazada entonces en Chechenia. Las tropas rusas entregaron sus arsenales a los chechenos y abandonaron la república caucásica, señalaba el oficial, que se identificó únicamente como el teniente coronel Nikolái P.

La necesidad de evacuar los arsenales de Chechenia fue planteada desde mediados de 1991, cuando el Ejército ruso comenzó a notar una creciente tensión en torno suyo, dijo el oficial. Desde la llegada al poder del general Dudáiev, comenzaron a menudear los intentos de apoderarse de las armas, señaló. El oficial dijo que los mandos de la división 42 informaron reiteradamente a sus superiores de la necesidad de evacuar los arsenales, y esta petición fue comunicada al mariscal Sháposlinikov, ministro de Defensa de la URSS desde finales de, agosto de 1991 hasta la disolución de la Unión Soviética. Pável Grachoy, el geperal Borís Grómov, hoy viceministro de Defensa e incluso el vicepresidente de Rusia, Alexándr Rutskói, visitaron la división 42 en Chechenia y fueron puestos al corriente de la situación, según el teniente coronel.

El ambiente en el último periodo de la estancia militar rusa en Chechenia parece sacado de una novela de aventuras coloniales, a juzgar por la descripción del teniente coronel. Al disolverse formalmente la división 42, los chechenos incrementaron sus ataques y "entre los soldados y los suboficiales empezó una deserción masiva". Sháposlinikov, el último ministro de Defensa de la URSS, se ha desentendido de cualquier responsabilidad afirmando que la entrega de los arsenales sucedió cuando ya había dejado su cargo.

Un comunicado del Ministerio de Defensa intentaba eximir ayer a Grachov de responsabilidades asegurando que la mayoría de los arsenales fue arrebatado en una situación de anarquía.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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