Maragall: "Todo político sabe que hay un momento en que tiene que cerrar los ojos"

El socialista Pasqual Maragall, alcalde de Barcelona, aprovechó ayer su tradicional -comparecencia en el salón de actos del Colegio de Periodistas de Cataluña, con el objetivo de hacer balance de las actuaciones municipales de 1994, para expresar, su opinión sobre los asuntos políticos que sacuden a la sociedad española en los últimos meses. En una críptica referencia al terrorismo de Estado, aseguró: "Todo político sabe que hay un momento en que tiene que. cerrar los ojos"Maragall inició su argumentación expresando su opinión sobre los escándalos económicos. "En Cataluña, igual que en España, los efectos del dominio de la economía especulativa sobre la moral social y política han sido devastadores" señaló el alcalde barcelonés. A su juicio, la crisis política e ideológica que padecen algunos países occidentales tras la caída del muro de Berlín pone en evidencia los casos, de corrupción y los vicios ocultos del sistema.

En una secuencia de frases crípticas, que no quiso precisar -"no me refiero a nadie en conúreto", se limitó a señalar cuando se le pidió que desentrañara el significado dé, su reflexión-, el político socialista continuó: "Lo mismo sucede con el terrorismo de Estado real o posible: es la otra cara de la razón de Estado; si se quiere su cara más auténtica para los que no creen en él [en el Estado]. La fuerza de la coerción cruel, sin embudos".

Y ya lanzado, y sin mencionar explícitamente el caso Gal, aseveré: "Todo político sabe que hay un momento en que tiene que cerrar los ojos. Y en aquel segundo procesa mil emociones morales, históricas, sentimentales, etc. Y sabe que el silencio de aquel momento puede retornarle con el tiempo como un clamor".

Maragall precisé que no estaba en la sede de los periodistas catalanes para juzgar a nadie, "ni tan sólo las"responsabilidades políticas. Que juzguen los jueces los delitos, y los políticos las responsabilidades políticas. Y soy alcalde de. Barcelona y se me tiene que calificar por lo que hay aquí", sentenció.

Pero pidió fortaleza a Gobierno: "Creo que quienes nos gobiernan, y quienes colaboran en la gobernación, tienen, que atravesar esta etapa sin que les tiemble el pulso y sin sugerir dudas sobre su conducta. Tienen que seguir hasta que el sistema judicial resuelva todos los casos de moralidad pública y privada tanto en Madrid como en Barcelona. No hay alterlativa".

"Todo lo que está pasando", concluyó Maragall retornando al origen de su argumentación, les consecuencia de aquella arrogancia del dinero y de la de algunos representantes del Estado".