Scalfaro sondea formar un Gobierno de Forza Italia sin Berlusconi

Un Gobierno a plazo presidido por un técnico de Forza Italia, como el ministro del Tesoro, Lamberto Dini, o el de Reforma Institucional, Giuliano Urbani, apoyado por Alianza Nacional y por los ex democristianos, es la solución a la crisis que ayer se manejaba en los círculos políticos italianos, mientras el presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro, se entrevistaba con el primer ministro dimisionario, Silvio Berlusconi, en un último intento por evitar un grave choque entre instituciones.

Los contactos celebrados durante la jornada dejan pocas dudas acerca de que esa era también la solución que sondea Scalfaro. La principal dificultad que encontraba la negociación es que la mayoría de los ex democristianos tiende a rechazar que el eventual Gabinete sea constituido para un plazo breve, de pocos meses, mientras que en el entorno de Berlusconi se sigue sosteniendo que como máximo dentro de seis meses habrá que celebrar nuevas elecciones generales.El Gobierno "técnico-político no puede tener plazos rígidos", afirmó ayer el principal exponente de esta idea, el líder del Partido Popular Italiano (PPI), Rocco Buttiglione, que destacó como objetivos del eventual Gabinete la regulación del acceso a la televisión por parte de los políticos, la reactivación de la economía y la reforma del sistema electoral.

Buttiglione se entrevistó a primera hora de la mañana de ayer en relación con este tema con Pierferdinando Casini, secretario del Centro Cristiano Democrático (CCD), la escisión minoritaria de la disuelta Democracia Cristiana que se alió con Berlusconi. Casini ha sido el principal impulsor, dentro de la fracasada mayoría, de la idea de que Berlusconi se apartara del Gobierno durante un breve plazo previo a nuevas elecciones, a fin de facilitar la resolución de la crisis.

Ayer, poco antes de que el primer ministro dimisionario se entrevistara con Scalfaro, Casini almorzó con Berlusconi, y con el líder de Alianza Nacional (AN), Gianfranco Fini. El representante del CCI) expuso en esa reunión lo tratado con Buttiglione.

El razonamiento de Buttiglione, que dio cuenta de su plan en rueda de prensa, difícilmente será del agrado del primer ministro dimisionario. El líder del PPI afirmó que se sien te en el deber de "combatir la orientación plebiscitaria, el conflicto institucional, posiciones que no quiero definir como fascistas y una interpretación del sistema electoral mayoritario que tiende a ser dictatorial".

Peligro

También advirtió del peligro que, representa para Italia" "la deslegitimación de las funciones arbitrales, como la presidencia de la República o la magistratura", y afirmó: "Sería, ruinoso para el país y una irresponsabilidad ir a votar en estas condiciones". El Gobierno técnico, que Buttiglione suele llamar también "de tregua'', no podría ser presidido por Berlusconi, según el líder del PPI, que explica: "No es una -cuestión de ostracismo y hostilidad personal, dado que mi partido no ha participado nunca en la demonización del personaje. Si resiste a la tentación plebiscitaria y da un paso atrás,

[Berlusconi] demostrará que tiene la estatura de un gran político democrático"

Como posibles candidatos a primer ministro, Buttiglione mencionó no sólo a Dini y a Urbani, sino también a Domenico Fisichella, historiador y ministro del Patrimonio Cultura, de AN, y al independiente Giulio Tremonti, ministro de Hacienda.

Anoche se seguía sin notilcias del resultado del encuentro entre Scalfaro y Berlusconi, quien, tras dos horas de entrevista, se reunió con sus aliados para darles cuenta de lo tratado. El jefe de Estado, que proseguirá hoy las consultas con los partidos de la mayoría y mañana con los de la oposición, podría dar un encargo de formar. Gobierno a partir del jueves.

El Gobierno técnico pro puesto por Buttiglione tendría probablemente el apoyo del sector de la Liga Norte que di rige el ministro del Interior, Roberto Maroni, pero quizás también el que se encuadra tras Umberto Bossi, según dijo ayer un próximo a éste. La izquierda sostiene, sin embargo, que no logrará pasar en el Parlamento.