Un parado se quita la vida en Bilbao
La Ertzaina (Policía Autonoma Vasca) confirmo ayer que la muerte de J. L . I, un parado bilbaíno que llegó a ofrecer uno de sus riñones a cambio de un puesto de trabajo, se debe a un suicidio. El cadáver de J. L. I., de 37 años, casado y con dos hijas pequeñas, fue hallado flotando el pasado 27 de diciembre en la piscina del polideportivo municipal de Artxanda. En su coche, aparcado frente a las instalaciones, se hallaron dos cartas dirigidas a su esposa y su hermana en las que anunciaba su intención de quitarse la vida. J. L.I., que estaba muy deprimido por su falta de empleo, estaba en paro desde octubre de 1990, cuando quebró la empresa, de carpintería en la que trabajaba. Desde entonces sólo había conseguido empleos de una a tres semanas de duración-
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