La derecha italiana sólo acepta un Gobierno sin Berlusconi si hay elecciones

El líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi; el de Alianza Nacional, Gianfranco Fini, y el del Centro Democrático y Social, Pierferdinando Casini, confirmaron ayer que, si se llegara a un compromiso para que se vuelva a votar rápidamente, al cabo de unos tres meses, considerarían la posibilidad de acoger "el llamamiento del jefe del Estado para que faciliten la formación de un Gobierno electoral dirigido por otro exponente" de la misma coalición distinto de Berlusconi.

La noticia, que surgió ayer tras una reunión de los citados líderes, abre un estrechísimo margen de negociación cuando se inicia la segunda ronda de consultas para resolver la crisis abierta el pasado 22 de diciembre con la dimisión de Berlusconi.Los datos básicos del problema no han cambiado. Los aliados reiteraron ayer, en efecto, que la única alternativa al Gobierno de Berlusconi son las elecciones. Mientras éstas no queden garantizadas, los miembros del llamado Polo de la Libertad seguirán pensando que "Silvio Berlusconi es el único exponente del polo legitimado políticamente, para guiar. un nuevo Gobierno apoyado por una mayoría orgánica coherente con el voto democrático del pasado 27 de marzo", se dice en el comunicado.

El presidente de la República se muestra poco inclinado a que los italianos vuelvan a votar, porque una mayoría del Parlamento rechaza las elecciones, y tampoco es favorable a dar un nuevo encargo de Gobierno a Berlusconi. Éste había sido hasta ayer el único candidato explícito de la derecha para presidir cualquier hipótesis de Gobierno.

Al explicar el comunicado final de la reunión de la mayoría en crisis, Gianfranco Fini respondió a un periodista que le preguntaba si los miembros de la coalición estarían dispuestos a entrar en un Gobierno de tránsito hacia las elecciones con todos los demás partidos, incluidos los ex democristianos, ex comunistas y la Liga Norte: "Sí, a condición de que el Gobierno estuviera presidido por Berlusconi".

La fórmula del Gabinete de tránsito a que se refiere Fini podría ser un medio para llevar a cabo las reformas del sistema televisivo que la oposición considera imprescindibles antes de un eventual retorno a las urnas. Pero cualquier acuerdo sobre el tema seguiría siendo prácticamente imposible con Berlusconi como primer ministro. Todos los partidos creen que habrá que votar en breve, excepto la Liga, que sostiene que se puede agotar la legislatura.

Por otra parte, un diputado liguista ha presentado una interpelación parlamentaria para que el Ejecutivo aclare si hubo un proyecto de golpe promovido desde "ambientes gubernamentales" para el pasado 3 de diciembre, coincidiendo con una gran manifestación sindical.