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Los clientes destrozan una sala al sentirse estafados

Hubo algunos que iniciaron el nuevo año peleones. Las 500 personas que celebraron la fiesta de fin de año en la sala Átalo, a la altura del número 10 de la calle de Enrique Larreta (distrito de Chamartín), destrozaron una parte del recinto y de una oficina colindante.Este festejo no contaba, como ya advirtió el pasado viernes el concejal de dicho distrito, Miguel Cantos, con los permisos de la Delegación del Gobierno y del Ayuntamiento. Esta fiesta también aparecía en la lista de 37 festejos remitida a la Delegación del Gobierno que, a juicio de Asociación de Empresarios de Salas de Fiesta, Discotecas y Variedades regional (Asfdis), carecían de permiso.

"No he autorizado ninguna de las fiestas que me han solicitado porque no tienen el permiso de, la delegación. Como responsable, me tengo que poner en lo peor. ¿Y si pasa algo?", manifestó el concejal de Chamartín.

Y pasó. Sobre las cuatro de la madrugada, los clientes, enfadados porque el servicio recibido en el transcurso de la noche no era el que habían contratado, reclamaron la devolución del importe de la entrada.

La protesta de unos pocos animó al resto de la clientela y, en unos minutos, toda la sala reclamaba su dinero. Los organizadores de la fiesta se vieron desbordados ante las reclamaciones de los allí presentes y alegaron, según fuentes municipales, no poder hacer frente a todas las devoluciones monetarias. Ante este hecho, los clientes destrozaron el mobiliario que decoraba el local y una oficina aneja.

El Cuerpo Nacional de Policía y la municipal intervinieron en el altercado. No se produjeron heridos ni detenciones, pero la noche acabó con una denuncia contra la sala por no tener licencia.

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