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Ausente de la Maestranza

"Van para seis años que no toreo en Sevilla", dice con indignación contenida Rafael de Paula, "y es por culpa del empresario, Diodoro Canorea".

Visitada la villa, dispone en el balón amplísimo de la casa el tapeo: gambas, acedías y pijotas del Bajo Guía, una cata de jamón, platillos de queso. Templa la lumbre de la chimenea los cuerpos ateridos en la mañana fría, se relaja el torero, y explaya sus recuerdos e inquietudes:

"Canorea hizo creer en cada feria que no llegaba a un acuerdo conmigo y no es cierto: nunca hemos negociado nada desde mi última actuación en Sevilla el año 1989. Creo que tengo categoría y cartel suficientes para torear en la Maestranza, y si no lo he hecho ha sido por una cuestión personal de Canorea".

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"Es como una corná"

Treinta y seis años han transcurrido desde su presentación sevillana, dice, y parece que fue ayer: "¿Sabe que toreré por primera vez con mono? Tenía 14 años y era aprendiz de mecánico aunque jamás supe poner ni un tornillo. Acudí vestido de mono a Gómez Cardeña, el mítico cortijo de Juan Belmonte, y así di mis primeros pases a una becerra. Luego, Belmonte me mandaba llamar. "Que venga el chiquillo", decía. Al llegar, el maestro estaba durmiendo la siesta. Se levantaba y aparecía repeinado, le brillaba intensamente la cara recién lavada, llevaba calzona con sus tirantes, zapatillas de felpa. El rostro de aquel hombre era impresionante. "Ponle café y picatostes al chiquillo", ordenaba a la cocinera. Cuando terminaba, insistía: 'Ponle más pues tiene hambre'. Efectivamente, tenía un hambre horrorosa, y me comía todos los picatostes.

Le bautizó Cossío

Debutó en Sanlúcar anunciado Paulita y repitió en Jerez llamándose Jerezano. "Evidentemente había de tener un nombre artístico y fue José María Cossío quien me bautizó. Ocurrió en Gómez Cardeña", recuerda. Paula. "Preguntó: '¿Cómo se llama tu padre? Francisco de Paula Soto, respondí. Y propuso: 'Pues que el chiquillo se llame Rafael de Paula'. 'Sea', otorgó Juan Belmonte. Y hasta hoy. Un detalle: el vestido, capotes de paseo y de brega, muletas, que utilicé en mi debú con caballos, me los compré con el dinero ganado en las novilladas de presentación. Igual que ahora, ¿verdad?, que los chavales han de pagar por torear".Rafael Soto Vargas, Rafael de Paula, nació en Jerez el 11 de febrero de 1940. Julio Aparicio le dio la alternativa en Ronda el 8 de septiembre de 1960 y se la confirmó Galloso en Las Ventas el 28 de mayo de 1974. Aquella tarde el memorable quite por verónicas que le hizo a un toro de Julio Robles, constituyó un monumento al arte de torear.

Conserva en su bodeguita la cabeza, del toro de Martínez Benavides con que creó la genial faena de la feria de Otoño de 1988. También la de otro Bohórquez que cuajó días después en la Maestranza, donde actuó como único espada. Al enseñarla, el diestro sonríe y comenta: "Esta faena fue mejor y más fácil, pues tras torear el torazo de Benavides se me había pasado el susto".

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