Los cuatro religiosos asesinados el martes en Uzu serán enterrados en Argel
Tizi Uzu, capital de la Cabilia, a 100 kilómetros, al sur de Argel, se despertó ayer con cuatro ciudadanos menos: los padres blancos asesinados a tiros por un comando integrista del GIA el pasado 27 de diciembre. Mientras, el responsable de la comunidad religiosa batallaba sobre el terreno con la burocracia en un intento de trasladar lo antes posible los cuerpos de los religiosos a Argel, donde mañana se celebrarán los funerales. Algunos habitantes de la localidad se oponen a ello y reclaman al menos el dereho a guardar en su ciudad, en su camposanto católico, el cuerpo del padre Charles Deckers.
"No es un acto gratuito.- Reclamamos el cuerpo del padre Deckérs, porque durante muchos años dirigió aquí un centro de instrucción profesional en el que se formaron muchos de nuestra generación. Nadie tiene derecho a quitárnoslo. Es nuestro. Él hubiera querido también quedarse en la Cabilia", aseguraba un vecino, con nombres y apellidos, de religión musulmana, sentado en una mesa de un despacho, mientras releía por enésima vez la crónica de un periódico en la que se relataba la forma en que se había desarrollado la matanza.Pero difícilmente la reclamación y exigencia de éste y otros ciudadanos de la Cabilia podrá llevarse a término, entre otras razones por que a esas horas estaba ya prácticamente todo decidido y se ultimaban los detalles para que los cuatro cuerpos fueran trasladados a la capital, Argel, se celebraran los funerales en la Basílica de Nuestra Señora de África y fueran enterrados en el cementerio católico de El Harrach, donde reposan también los dos religiosos franceses asesinados el pasado 9 de mayo, en la alcazaba de la capital.
"La polémica sobre el entierro de este sacerdote esconde un mensaje claro. Es la demostración de una perfecta simbiosis que existe entre la comunidad católica y la musulmana, en determinadas zonas de Argelia. Es, en definitiva, una declaración de, fe ecuménica. Poco importa ahora donde se entierre a Deckers. Lo trascendente es constatar que su mensaje y el de los Padres Blancos ha calado profundamente", reflexionaba ayer a media voz un religioso, éste mucho mas anónimo y discreto. Sin nombres. Ni apellidos.
Mientras, en Tizi Uzu prosiguen las pesquisas policiales, que han permitido localizar el furgón en el que huyeron los miembros del comando integrista, y en el interior del cual se han encontrado diversos casquillos de bala de una pistola, Pero al mismo tiempo los servicios de seguridad y los ciudadanos de la región han empezado a trazar una sutil línea, que une el asesinato de los cuatro sacerdotes, con el incendio del Instituto de Ciencias Jurídicas y Administrativas, en la localidad de Bujalfa, situada a poco menos de una docena de kilómetros de la residencia de los religiosos asesinados.
El incendio del instituto, donde estudiaban unos 2.000 alumnos, se produjo la semana pasada, pero hasta ayer no trascendió a la opinión pública. El edificio fue quemado por la noche y con total impunidad. En el fuego ardió una biblioteca que contenía cerca de 30.000 volúmenes. Atacaron el edificio con odio tras haber destrozado el mobiliario. Ayer se podían aún ver algunas sillas balanceándose, a través de las ventanas.
De todo lo sucedido en las últimas horas en Tizi Uzu podría quedar la sensación que se encuentran enfrentados dos sectores de la sociedad argelina: el bereber-francófono y el integrista. Pero ni siquiera esto es así de claro.
Prueba de ello es una enorme inscripción que ayer aparecía en un muro, en las afueras de la ciudad de Tizi Uzu, en la que un supuesto integrista radical había escrito en un perfecto francés: "Oui pour l'etat islamique" (Sí al Estado islámico), sin darse cuenta la contradicción que hay entre la idea expresada y el idioma escogido. ¿Quizás la inscripción es falsa y estaba puesta allí adrede para provocar la confusión? Es complicada la historia de este país. Casi tanto como dolorosa.
El último refugio
F.S.En Tizi Uzu, 150.090 habitantes, capital de la Cabilia, existe la sensación de que algo está cambiando y han empezado a concentrarse los militantes integristas radicales, originarios del Gran Argel. Huyen del acoso ejercido por las fuerzas de seguridad en los últimos meses y que se ha centrado sobre todo. en los barrios periféricos de Argel.
Pasó lo mismo meses atrás y no por una pura cuestión de proximidad y estrategia, sino porque bastantes integristas radicales, habitantes del Gran Argel, son familiarmente originarios de la Cabilia. Por eso vuelven a ella. Por que conocen bien la región, sus caminos y sus montañas. La respuesta a esta invasión no se ha hecho esperar y los ciudadanos de siempre, de raza y cultura bereber, han empezado a formar grupos de autodefensa.
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