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QUÉ HACER CON LOS NIÑOS

Carreras y tartazos para aficionar a la ópera

Una peculiar adaptación de Mozart introduce a los chavales en el mundo de la lírica

Octavio Cabezas

"¿Por qué se sabe que es una vaca?". Lo pregunta un actor disfrazado de profesor chiflado -bata blanca y desordenado el pelo- ante un bóvido de cartón. "¡Porque tiene tetas!", le responde desde el abarrotado patio de butacas un montón de vocecitas infantiles. No parece una escena sacada de la representación de una ópera. Y sin embargo, lo es. Pertenece a la adaptación de Bastian y Bastiana, una partitura ligera y encantadora que narra las tribulaciones amorosas de una pastorcilla y de un joven apuesto y rico. El genial compositor Wolfgang Amadeus Mozart la escribió a la edad de 12 años y se representa desde ayer, y hasta el día 31, en el Teatro de Madrid (La Vaguada), dentro del Ciclo de Ópera Infantil que la Fundación Caja de Madrid organiza.El montaje representado se estrenó en 1991 en el teatro Albéniz, dentro del Festival Mozart. "No hemos tocado para nada la partitura", explica el director, Gustavo Tambascio, "aunque, para que la trama se comprenda mejor -ya que los dúos, tríos y arias se cantan en alemán-, hemos incorporado a tres personajes nuevos: el sabio profesor Jungen y dos patinadores, uno que intenta estropearlo todo y otro que ayuda a que la obra tenga un final feliz". "Para mantener la atención de los niños hay que estar siempre en inovimiento", apostilla Fernando Argenta, identidad secreta del profesor Jungen. "Es por eso por lo que yo, además de explicar la historia, me muevo entre los espectadores y los provoco para que participen", añade.

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Y la verdad es que lo consigue. Los chavales no paran de chillar y reír en respuesta a las preguntas y comentarios que les hace. Un ejemplo: "¿Qué le aconsejas a Bastiana?", pregunta Argenta a un niño tocayo suyo. "Que se lo haga bien y que se eche colonia", contesta el chaval. "¿Hasta aquí llega el tufillo?", se carcajea el profesor.

Eso sí, las partes estrictamente musicales -interpretadas por la Orquesta Sinfónica de la Comunidad de Madrid con la soprano Estrella Estévez, el tenor Ignacio Giner y el bajo Juan Pedro García Marqués- son seguidas en silencio -sólo roto por algún cuchicheo-, especialmente por los padres. Pero es cuando empiezan las carreras y los bastonazos cuando se desata el follón. Mikel, de seis años, confesaba al terminar la función: "La música me ha parecido muy bonita, pero lo que más me ha gustado son los tartazos del final". "Me parece muy bien que sea así", comenta al respecto Argenta, "mientras logremos que los niños se diviertan y, de paso, le pierdan el respeto y el miedo a la ópera".

Bastian y Bastiana. Teatro de Madrid (avenida de la Ilustración, s/n). Días 27, 28 y 29, a las 17.00. Día 31, a las 12.00. Entrada: 1.000 pesetas.

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