Inspecciones sanitarías
M. S. Los controles sanitarios de los alimentos, que son responsabilidad de las comunidades autónomas y los ayuntamientos, se intensifican en estas fiestas. Mataderos, mercados de mayoristas, supermercados, todo tipo de comercios de venta de alimentos, servicios de transporte alimentario, así como establecimientos que ofrecen comidas (restaurantes, bares, cafeterías, comedores públicos) están sometidos durante estos días a constantes inspecciones sanitarias.
Según expresa José Vicente Gómez, jefe de la sección de Higiene de los Alimentos de la Comunidad de Madrid, por regla general, el consumidor se puede considerar bien protegido en estos días.
"Es curioso observar", señala, "que muchas intoxicaciones por el mal estado de los alimentos se producen en casa por romper la cadena del frío o no respetar las condiciones de mantenimiento
Las intoxicaciones por una inadecuada manipulación de los profesionales al adquirir los productos son hoy en día bastante infrecuentes. Gómez informa de que existe una reglamentación muy precisa a este respecto y "el manipulador de alimentos sabe muy bien cómo debe actuar".
Normas del manipulador
Aunque puede tocar el producto con las manos, se aconseja que siempre que sea posible se empleen pinzas. "Las manos deben estar escrupulosamente limpias", dice Gómez. "El manipulador de alimentos no puede fumar ni comer chicle y debe cubrirse la cabeza. El lavado de manos tiene que ser frecuente y con jabón líquido y debe secárselas con toallas de un solo uso".
El ciudadano -que considere que el manipulador no respeta las normas puede denunciarlo en las asociaciones de consumidores y en las dependencias que existen en los ayuntamientos y comunidades autónomas.
Los microorganismos que más comúnmente contaminan los alimentos son las bacterias que integran el grupo de los estafilococos, la salmonela y la Escherichia coli. Cuando la toxinfección no es grave (la mayoría de los casos) se pasa en el plazo aproximado de una semana y no suele ser necesaria la visita del médico si se conocen los remedios para atajar el proceso.
"Lo primero que se debe hacer", indica Rafaél Sendín Pérez, es reponer líquidos y electrolitos mediante la limonada alealina, que consiste en un litro de agua, el zumo de un limón natural y una punta de cuchillo de sal y bicarbonato. También se puede endulzar con azúcar o sacarina. Poco a poco se irá pasando a ingerir alimentos como arroz hervido, jamón de york, yogur natural o manzana. Muy rara vez hay que recurrir a los antibióticos".
Si los síntomas no empiezan a ceder al cabo de varios días, la fiebre es muy alta, los vómitos y las deposiciones son muy frecuentes o bien aparece sangre en las heces, hay que llamar inmediatamente al médico.
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