Escepticismo ante la complejidad
D. S. El objetivo de Gary Lynch es la píldora de la memoria para los humanos. "La toma uno y dos minutos después se puede asimilar mejor la información durante unas horas", afirma el investigador estadounidense. ¿Se trata de aprendizaje rápido con receta médica o de dopaje mental para los que suspenden?
A muchos investigadores del cerebro el sueño de Lynch de dopar el cerebro con medicamentos les parece una ilusión. Tiene fama de lanzar ideas imaginativas, pero también de que puede perderse en callejones sin salida.
El investigador Charles Stevens, de La Jolla (Californía, EE UU), dice que "primero hay que comprobar si la ampaquina tiene realmente un efecto básicamente diferente al de, por ejemplo, la cafeína". Según él, hasta ahora no se ha demostrado que el medicamento haya estimulado efectivamente la memoria de las ratas y no sólo su atención. El café o las anfetaminas, como demuestran los experimentos, también aumentan la cuota de éxito de las tareas de memorización.
En cuanto a los esfuerzos en general de la industria farmacéutica, los cálculos de las posibilidades de éxito son muy variados: unos dicen que la investigación todavía está lejos. d e un conocimiento completo de la memoria. Otros se preguntan si es imprescindible conocerla para mejorarla. ¿Acaso no se puede quitar el miedo o atenuar la tristeza con psicofármacos aunque el funcionamiento de estos medicamentos no se en tienda todavía en profundidad?.
Efectos secundarios
Los éscépticos opinan que la naturaleza ha construido la memoria de forma tan perfecta que cualquier modificación no haría sino degradarla. Pronostican efectos secundarios tan fuertes que un tratamiento farmacológico se podría plantear como mucho en el caso de los trastornos más graves de la memoria. Los adversarios preguntan una y otra vez qué significa la palabra sano. ¿Acaso no es, precisamente en el caso de la memoria, casi imposible distinguir la línea divisoria entre debilidad y trastorno?
Una cosa es segura: mejorar la capacidad de la memoria resultará difícil. Pero será considerablemente más fácil bloquearla. Fuentes griegas ya hablan de los poderosos efectos de uno de los agentes activos más antiguos de la historia de la medicina: el alcohol.
Entretanto, la investigación también ha averiguado cómo se originan las lagunas en la memoria después del consumo de alcohol: mediante su actuación sobre los receptores de glutamato, es decir, precisamente la región sobre la que deben actuar los medicamentos que ahora se buscan.
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