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El Museo del ferrocarril celebra su 10º aniversario en el más completo

Renfe dice que necesita "una inyección económica" para recuperarlo

Hace exactamente 10 años abrió sus puertas el Museo Nacional del Ferrocarril en la antigua estación de las Delicias. Hoy, el museo ha cumplido 10 inviernos con los cristales rotos, con goteras y manchurrones de humedad en las paredes, el hierro de la estructura oxidado y con parte de su patrimonio a la intemperie. Renfe -responsable del museo a través de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles- reconoce que se necesita una "importante inyección económica" para que el museo, que afloja famosas piezas de la historia ferroviaria, recupere su dignidad.

Hace exactamente 10 años, el Museo del Ferrocarril abría sus puertas al público. Tres años antes, en 1981, se habían realizado las obras de rehabilitación y acondicionado de la antigua estación de Delicias, construida en 1880, a base de hierro, ladrillos y vidrio, para albergar las piezas más significativas de la historia ferroviaria española. "Es un edificio muy antiguo. Las obras de rehabilitación son muy complicadas porque no se puede dañar la estructura", explicaba ayer un técnico del museo. Y dicen que en cuanto se repara algo aparece un nuevo fallo en otro lado.La primera máquina eléctrica y la más grande que ha habido en España, la vagoneta que Spielberg utilizó para rodar El imperio del Sol o el primer Talgo se exponen entre paredes decoradas con manchas de humedad. Otras joyas, según denuncia la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (FRAVM), han desaparecido del museo, como la locomotora más antigua de vapor, que descansa a la intemperie en Arévalo (Ávila). Otra, la máquina de vapor inventariada como la 61, fue vendida hace un año por un millón de pesetas.

Las 30 piezas -de vapor, eléctricas y Diesel- se visitan con la triste imagen de las estructuras metálicas -estaban pintadas de negro- rebosantes de manchas de óxido. Muchos cristales están también rotos. Desde el exterior, las persianas de madera caídas o a medio caer desde quién sabe cuándo y gran cantidad de ladrillos descascarillados dan al museo el aspecto de un edificio abandonado.

Pero lo dramático está en la cara posterior del museo, a la que se accede por la calle de Tomás Bretón, 51. Allí decansan piezas que antes estaban expuestas en museo.

Incendios

Carlos Teixidor, miembro de la asociación vecinal La Unidad de Arganzuela, asegura que todas las piezas están inventariadas en 1990. "Quince o 20 piezas han sufrido incendios desde ese año. El último fuego ha ocurrido hace 15 días. La versión oficial es que son vagabundos que hacen fuegos y prenden los vagones", comenta Teixidor.

Se está acondicionando una zona de recreo para las cien personas que suelen visitar cada día el museo. Lo que sí se cuida con esmero son las máquinas que se exponen al público. Las que se expondrán en el futuro -de momento están destrozadas- quedan irremediablemente a la vista de las visitas a través de las paredes de cristal del edificio Descansan en las vías muertas pegadas a la estación y dan al almacén del museo el aspecto de un cementerio de trenes.

Los actos vandálicos y expolios en el museo ferroviario no son casuales, según la denuncia de la Asociación de Vecinos La Unidad de Arganzuela. Para esta entidad, Renfe consiente los destrozos y el deterioro de las instalaciones del paseo de las Delicias, con el fin de vender los terrenos a medio plazo.

Los vecinos de Arganzuela van a seguir con la campaña de denuncias contra Renfe para evitar que se pierda museo tan tradicional. La oposición en el Ayuntamiento de Madrid también cree que la desidia de Renfe es muy extraña. El grupo socialista ha acusado a la compañía de fomentar el deterioro con su pasividad.

Al Congreso

El grupo va a solicitar un esfuerzo a las autoridades, incluido el 'Ministerio de Cultura, para frenar el deterioro del museo. Al tiempo, IU ha pedido en el Congreso de los Diputados explicaciones sobre la situación crítica.

Reinfe insiste en desmentir las acusaciones y denuncias de los vecinos. Según la portavoz de este organismo, es incierto que se vaya a pedir la recalificación o que se haya hecho algún estudio para cambiar los usos del museo.

Para Renfe, el museo está en una zona dotada como ocupacional, reservada para instalaciones para el ocio y la cultura, y si "se realiza algún equipamiento comercial estará relacionado con esos usos culturales". Renfe tan sólo reconoce que las instalaciones están mal y asegura que hace falta una "inyección económica" para mejorarlas. Sin embargo, no ofrece cifras ni datos.

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