Aviones rusos bombardean el centro de Grozni
La aviación rusa ha pasado de atacar objetivos selectos a las afueras de Grozni a bombardear el centro de la capital. Ayer lo hizo por tres veces, ametrallando una céntrica avenida y golpeando en barrios residenciales. Diversas fuentes hablan de muertos, pero sólo fue posible confirmar uno y siete heridos. Esta actuación aérea es consecuente con la orden del Gobierno ruso de "activar las acciones para liquidar y desarmar las formaciones armadas ilegales".
La "activación" de las operaciones bélicas en la rebelde república norcaucásica debe realizarse "garantizando la seguridad de los militares rusos y de la población civil de Chechenia", según la resolución tomada ayer en la reunión del Gabinete ruso que fue presidida por el primer ministro, Víktor Chernomirdin, y en la que participaron los jefes de ambas Cámaras parlamentarias y miembros del Consejo de Seguridad.Mientras tanto, el presidente Borís Yeltsin continuaba aparentemente aquejado de chechenitis, ya que nadie puede creer que aún se esté recuperando de la sencilla operación de hace diez días del tabique nasal, intervención por la que los médicos rusos no conceden la baja ni siquiera un día a los ciudadanos comunes y corrientes. Yeltsin dejó ayer la clínica para "seguir un programa de rehabilitación" en una de sus dachas.
En la república rebelde fueron especialmente duros los combates en las cercanías de localidad de Petropávovskaya, a unos diez kilómetros al norte de Grozni, y en la dirección del poblado de Dolínskoye. MovIadí Uclúgov, jefe del departamento de Información y Prensa de Chechenia, dijo a primera hora de la tarde de ayer a EL PAÍS que los rusos perdieron 200 soldados en los enfrentamientos y que la batalla de PetropávIoskaya duraba ya seis horas. Pero las bajas entre los civiles, según el portavoz de Dudáiev, eran aún mayores: 340 civiles habían perecido debido a los disparos de los tanques y la artillería pesada, según el informante.
A última hora de la tarde, PetropávIaskaya cayó en manos rusas, que estaban así en las mismas puertas de Grozni, informaron después otras fuentes de la capital chechena. Aslán Masjádov, jefe del Estado Mayor general de las Fuerzas Armadas chechenas, apareció en la televisión local para pedir a todos los pueblos del Cáucaso que se alzaran "contra el agresor" ruso.
Además, señaló Udúgov en conversación telefónica, cinco civiles murieron cuando cayeron varias bombas en dos distritos de Grozni. Una de las zonas bombardeadas de la capital chechena fue el barrio de Katayama, donde vive la familia de Dudáiev. Alevtina -su mujer, una rusa de 47 años que pinta y escribe poesía- y sus tres hijos (dos varones y una niña) continúan en Grozni, según las últimas informaciones, aunque la ciudad estonia de Tartu les ofreció asilo. El general Dudáiev estuvo destinado en Tartu como comandante de un grupo de bombarderos de la URSS desde 1987 a 1990.
El Defensor del Pueblo, Serguéi Kovaliov, que se encuentra desde el sábado en la noche en Grozni, salió ayer a recorrer la zona de combates, acompañado por el fiscal general y ministro de Justicia checheno, Usmán Imáiev. Kovaliov considera que las operaciones militares en Chechenia deben cesar y así se lo hizo saber en una conversación telefónica a Yuri Baturin, el consejero para problemas de Seguridad de Yeltsin. El Defensor de Pueblo y otros tres diputados rusos aseguran que los bombardeos de la artillería y aviación rusas causan numerosas muertes entre la población.
Los parlamentarios vieron los resultados de los bombadeos en el poblado de Pervomáyskoye, en los alrededores de Grozni, donde un tercio de las viviendas ha, sido destruido.
El conocido economista y diputado Grigori Yavlinski, propuso ayer un proyecto de ley para solucionar el problema checheno. Yavlinski, uno de los parlamentarios que después del desastroso intento de tornar Grozni el 26 de noviembre consiguió la liberación de un grupo de soldados que habían caído prisioneros en Chechenia, presentó un plan de tres etapas: discusión entre Rusia y la república rebelde sobre los problemas militares, los políticos y, finalmente, los económicos.
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