Palestinos en la franja de Guadarrama

La guerrera de su uniforme de campaña de la Guardia Civil tiene un detalle que no cuadra. Tres franjas de colores (negra, blanca y verde) que arrancan de un triángulo rojo: la bandera de Palestina. Ashram Nabil saca pecho y se explica: "Tengo 25 años y soy uno de los 19 policías palestinos que han participado en un curso de protección de personalidades". Ashram se vuelve el domingo a Gaza con un diploma bajo el brazo, el que ayer le entregaron en la Escuela de Adiestramiento Especial de la Guardia Civil, en Guadarrama (Madrid). Es la primera vez que policías de Arafat se entrenan en España.Navacerrada no se parece a la autonomía palestina, ni los pinos del puerto de los Leones a las palmeras del oasis de Jericó. Desde allí llegaron los 19 el 14 de octubre para pasarse un mes como alumnos pensionistas en la academia serrana de la Guardia Civil. No traían ni armas ni uniformes, pero sí la kufiía, la tradicional pañoleta blanquinegra que ha hecho célebre la imagen de Arafat.

Son jóvenes, con una media de edad de 26 años. La autoridad autónoma de Palestina los seleccionó entre sus 10.000 policías, al igual que a otros tres agentes que han asistido a cursos de desactivación de explosivos con el Cuerpo Nacional de Policía. De la Guardia Civil han recibido instrucción específica de protección de personalidades, tiro y técnicas antiterroristas. Nabil Naraauf, delegado general de Palestina en España, asegura que el cometido de estos policías no será proteger a Yasir Arafat o a otros miembros de la autoridad nacional palestina, "sino enseñar la técnica a otros compañeros".

Ninguno habla español y pocos inglés. Sólo árabe. ¿Y cómo se entendían? "Bien, con la ayuda de todos, porque, aunque los cursos eran en español, la lengua no ha sido ninguna dificultad", asegura Ashram. ¿Y salían? "Sí, hemos visitado Madrid y hemos visto el palacio de Oriente. Teníamos mucho interés en conocerlo porque allí se celebró la conferencia de paz sobre Oriente Próximo", detalla otro alumno. "Cuando iban a la calle salían de paisano y desarmados", precisa un instructor. ¿La comida? "Fácil, ni alcohol ni derivados del cerdo".

Todos tenían ya experiencia policial y aquí han venido a complementarla. "Nosotros no sabíamos qué experiencia tenían, pero sí que la gente de un país con conflictos maneja muy bien las armas", afirma el teniente coronel Jaime Cobas, jefe de estudios de la Escuela de Adiestramiento Especial.

Y ayer demostraron lo que sabían y lo que han aprendido: cómo evitar una agresión a un jefe de Estado en un pueblo imaginario, cuando aquél decide romper el protocolo para darse un baño de multitudes. Objetivo cumplido. Los instructores del instituto armado estaban satisfechos por el trabajo de sus chicos. Pero el escenario era el patio de un cuartel y los actores (agresor, personalidad, escoltas y público) eran todos policías palestinos. Desde el domingo, trabajo con actores, tiempo y escenario real.