El gobernador 'rebelde' de Chiapas rechaza la oferta de diálogo de Zedillo

El gobernador rebelde del Estado mexicano de Chiapas, Amado Avendaño, rechazó el jueves de plano la oferta de diálogo lanzada inesperadamente en la noche del miércoles por el presidente de la República, Ernesto Zedillo, al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).Antes de que la guerrilla indígena alzada en armas el pasado 1 de enero se haya pronunciado, Avendaño calificó de "grave error" la iniciativa presidencial, que propone una negociación encabezada por una comisión parlamentaria. "El Ejecutivo sólo trata de posponer el conflicto", dijo. "La propuesta no cambia nada la situación de peligro, de guerra. Quedamos al igual que el 1 de enero".

Para el jefe del autodenominado Gobierno de Transición de Chiapas, es el Gobierno federal "el que puede y debe resolver el problema de la guerra". En este sentido, más que delegar en comisiones parlamentarias, Avendaño considera necesario que el asunto sea llevado por una "persona muy cercana al presidente y con capacidad de decisión", aludiendo al secretario de Gobernación, Esteban Moctezuma. "Esto no es una novela, y por lo tanto no vale que [Zedillo] siga Jugando con la angustia de los chiapanecos", prosiguió.

Queda. por conocer ahora la respuesta del Ejército Zapatista, aunque es de suponer que Avendaño no habrá hablado sin conocer la opinión de su principal valedor. Con su propuesta, el Gobierno mexicano pretende mostrarse como el abanderado de las iniciativas pacificadoras y acorralar de paso a los zapatistas, que en los últimos días han amenazado con "un reinicio inminente de la guerra".

Ya antes de Zedillo, el ex comisionado gubernamental para la paz en Chiapas, Jorge Madrazo, se había lamentado de que sus llamamientos para un diálogo directo con la guerrilla habían caído en saco roto.

Y después, el nuevo gobernador de Chiapas, Eduardo Robledo, cuya cabeza pide el EZLN por "elecciones fraudulentas", se ofreció a dejar su cargo a cambio de, la renuncia zapatista a la lucha armada. "El Gobierno mexicano ha sido muy hábil, pero en realidad sus iniciativas son vacías", afirman fuentes próximas al EZLN. "Siguen empeñados en limitar el problema a nivel regional. No hay pruebas concretas de su voluntad real de buscar una salida negociada".Petición de los obispos

Dos de los tres obispos de Chiapas, Felipe Aguirre y Felipe Arizmendi, que recientemente han criticado con dureza "la intransigencia zapatista", piden al Gobierno mexicano que reconsidere los 32 puntos de negociación planteados por el EZLN y que atienda las peticiones de reformas políticas.

Los prelados, que habían propuesto un grupo mediador más amplio, en el que incluían a legisladores locales y organizaciones no gubernamentales, han pedido que los miembros de la comisión parlamentaria sean chiapanecos.

Queda ahora por ver qué papel se le reserva en este proceso al más conocido de los obispos de Chiapas, Samuel Ruiz, de la diócesis de San Cristóbal de las Casas y mediador en el conflicto de Chiapas. El obispo Ruiz formó la llamada Comisión Nacional de Intermediación (Conai), formada por ocho personalidades e intelectuales afines y considerada por el Gobierno mexicano como filozapatista.