El Supremo confirma los dos años de cárcel para el torero Rafael de Paula

Los cinco años de prórroga para el ingreso en prisión del torero Rafael de Paula -condenado en 1989 por inducir una represalia contra el amante de su esposa- tocan a su fin. Los dos años de cárcel impuestos por la Audiencia Provincial de Cádiz y confirmados en 1992 por la Sala Segunda del Tribunal Supremo, quedaron en suspenso al anular el Tribunal Constitucional la sentencia del Supremo, por ausencia de un abogado. El alto tribunal ordenó la celebración de una nueva vista, tras de la cual el Supremo ha confirmado los dos años de cárcel al torero y ha elevado la pena de uno de los cinco condenados.

El ingreso en prisión del torero De Paula será una de las consecuencias de la sentencia de 28 de noviembre último, hecha pública ayer tras un lento proceso de recogida de firmas de algunos de los cinco magistrados que formaron la sala, presidida por José Augusto de Vega.Además, como ya hizo la sentencia del Supremo de 1992, anulada por el Constitucional, se ha elevado la privación de libertad impuesta por la Audiencia de Cádiz al ex conductor del torero, Vicente Portales Ramón. Condenado en 1989 a cuatro meses de cárcel, como cómplice del delito, ahora la pena impuesta es de dos años de cárcel, como cooperador necesario.

En todo lo demás, el Supremo ha confirmado la sentencia de la Audiencia Provincial de Cádiz, que condenó a dos años de cárcel a Rafael Soto Moreno -torero conocido como Rafael de Paula-, a su amigo Enrique Vidarte Manzana y a Oswaldo Hernández Prados -encargado por los anteriores de ejecutar la represalia contra el ex futbolista José Gómez Carrillo, amante de la esposa de De Paula-, todos ellos como autores de un delito de allanamiento de morada ejecutado con intimidación. José Raúl Robles Zafra fue condenado como cómplice a igual pena que Portales. La acusación contra todos ellos fue de asesinato u homicidio frustrados.

El Supremo, atendiendo el recurso del fiscal, destaca el "carácter de amigo y hombre de confianza" de Portales, inductor de los hechos "y el que lleva la iniciativa de los contactos necesarios para poner en marcha el plan criminal".

Los hechos declarados probados se remontan al mes de septiembre de 1984, cuando el torero supo por una confidencia que su esposa mantenía frecuente relación con un hombre apellidado Carrillo. Tras utilizar los servicios de un detective, Rafael de Paula quiso vengarse del amante de su esposa y, en compañía de Portales y Vidarte, encomendó a Hernández y Robles que le dieran "un par de hostias" de escarmiento. Tras diversas peripecias y siguiendo las instrucciones recibidas, Hernández llamó a la vivienda de Gómez Carrillo, aplicó la navaja que llevaba al cuello de ésta y se enfrentó al esposo, dirigiendo repetidas veces el arma contra su cuerpo. A consecuencia de aquellos hechos, Gómez Carrillo resultó herido.