La joven Universidad de Vigo, en situación precaria
Diez mil millones de pesetas precisa la Universidad de Vigo para poner a punto sus infraestructuras urbanísticas e inmobiliarias. La dispersión de su campus por la propia Vigo, Pontevedra y Orense dificulta la optimización de los recursos, urgidos también por el crecimiento meteórico de las matriculaciones: más de 23.400 este curso, el cuarto de su andadura. En esta universidad, que aspira a identificarse como la "universidad científica y tecnológica de Galicia", los representantes estudiantiles condicionan con sus votos en el claustro y junta de gobierno las grandes líneas de organización y funcionamiento interno.Un decreto de la Xunta de Galicia, en el curso 1989-90, segregó la Universidad de Vigo de la de Santiago. Esta solución política y administrativa no por deseada evitó los pesarosos efectos de la improvisación. Una oficina de 70 metros cuadrados se convirtió en sede de una universidad que nacía sin rectorado, ni estatutos, ni funcionarios, ni edificios donde implantar sus facultades ni la menor infraestructura cultural o deportiva. Luis Espada Recarey, el primer rector, emprendió entonces una carrera frenética por múltiples frentes para llenar los vacíos. José Antonio Rodríguez Vázquez, su sucesor, considera que con él se inicia la fase de consolidación del proyecto, en el que predomina, como carácter diferencial en el contexto universitario gallego, la componente científico-tecnológica.
"Las universidades deben especializarse", señala Rodríguez Vázquez, "convertirse en centros de excelencia, y en nuestro caso el carácter técnico es evidente". Tres escuelas superiores de ingenieros, otras de ingeniería técnica industrial, de informática de gestión, de industrias agrarias y alimentarlas, de ingenieros forestales, un centro de investigación científica y tecnológica de los alimentos, una facultad de ciencias del mar, más las carreras clásicas de física, química y biología, avalan ese enfoque sin renunciar al complemento humanístico y jurídico, cuyos estudios también se reparten por los tres campus de Vigo, Orense y Pontevedra.
Colaboración empresarial
Desde el primer momento, la Universidad de Vigo ha querido impulsar una especial relación con el mundo empresarial, "como corresponde a su ubicación en la zona más industrializada de Galicia". "Queremos", añade el rector, "que los hallazgos reviertan en las empresas". Por el momento, medio centenar de ellas han sido implicadas a través de convenios y proyectos comunes de investigación, al margen de las relaciones especiales que la Universidad mantiene en ese sentido con Citroën y Condepesca, el único centro de España, inaugurado recientemente, dedicado a la investigación de la conservación de los productos pesqueros.Con estos convenios, la Universidad aspira a obtener fuentes complementarias de captación de recursos financieros. Las urgencias son tan manifiestas como clamorosas las actuales carencias. Los campus de Vigo y Orense están aún por urbanizar. Faltan edificios, equipos docentes y de investigación que se hacen imprescindibles, y existe el temor compartido de que la precipitación pueda hacer irreparables algunos danos, como la reciente construcción en el campus de Vigo de la Facultad de Ciencias, a cuyo efecto se realizó un prodigioso desmonte, contraindicado por los más elementales criterios de respeto al paisaje y a la orografía.
Complementariedad
En 10.000 millones de pesetas, al margen de los 7.000 del presupuesto ordinario, se cifran las necesidades financieras para la adecuada dotación de infraestructuras de esta universidad del sur de Galicia. "Nos parece que en el contexto universitario gallego, donde las tres universidades deben funcionar bajo un principio de complementariedad, no se tiene muy en cuenta la especial demanda de la de Vigo", lamenta Rodríguez Vázquez.También el localismo, con planteamientos de agravios comparativos entre las tres ciudades por las que se reparte el campus, tiene su incidencia negativa en ese objetivo global de las dotaciones. "Intentamos que las instituciones locales y provinciales y todos los organismos nos apoyen en la obtención de recursos al más corto plazo posible", señala él rector, "pero los diferentes colores políticos de quienes gobiernan no se puede decir que faciliten la tarea". En Orense, por ejemplo, los obstáculos más evidentes se derivan de la pugna entre la Diputación (PP) y el Ayuntamiento (PSOE).
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