Primera paternidad de un antiguo guerrillero
La consagración universal de Arafat, Rabin y Peres como campeones de la paz tiene sin cuidado a un zapatero palestino de la calle Saladin y a muchos de sus vecinos. "Veré las fotos en los periódicos", dijo ayer sin darle más interés. Al otro lado de la ciudad, en un bar de Jerusalén occidental, la noche del viernes un israelí bailaba samba carioca en el local de moda agitando el retrato de un hombre que no era ni Peres ni Rabín. Era el de un prominente banquero israelí.Algunas encuestas publicadas en la prensa israelí apuntan a que el 40% no quería ver de nuevo a Rabin y Peres posando ante el mundo al lado de Arafat. Quizá porque los palestinos producen menos estadísticas era ayer imposible ponerle números al sentimiento de muchos que, de acuerdo o no con Arafat, trataban de disimular su orgullo.
Bastantes de ellos parecían más interesados en seguir la ceremonia por la televisión israelí para ver a Suha Tauíl, la joven esposa de Arafat en su primera aparición en público como futura mamá. La noticia de que el ex guerrillero de 65 años va a ser padre por, primera vez este verano ha venido sólo a confirmar la inagotable capacidad de Arafat para sorprender.
Arafat va a tener que seguir fabricando sorpresas junto con Rabin y Peres si no quiere perder el paso en la búsqueda de una paz duradera. La oposición en ambos campos no cede. La derecha israelí está tributando tratamiento poco menos que monárquico a Kare Kristiansen, el ex ministro del Gobiernb noruego que renunció a su puesto en el comité del Premio Nobel en protesta por la inclusión de Arafat.. En el campo palestino, Hamás sacó ayer a la calle en Gaza a 5.000 seguidores, que gritaron consignas contra los premiados.
Siria, que es, en éstos momentos la pieza clave en el puzzle de Oriente Próximo, mantiene una actitud ambigua. Por una parte lanzó una andanada a través de la prensa oficial, en la que Arafat, Rabin y Peres recibieron el calificativo de "'enemigos de la paz" en el editorial del diario Tishrín, y por otra, el ministro de Exteriores sirio, Faruq al Shara, aceptó el viernes mantener contactos con Israel en Washington "para intercambiar ideas pero descartó cualquier negociación secreta entre los dos países. El ministro sirio del Petróleo, Nadir NabuIsi, redundó ayer en esa cautela: "Hablar de paz, cuando nuestro territorio [los Altos del Golán] siguen ocupados, es prematuro".
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