Los 'mínimos' en la limpieza del Clínico llegan a los pasillos

El hospital Clínico está desde ayer algo menos sucio que en jornadas anteriores. Y ello a pesar de que los empleados de la empresa Clisa, adjudicataria de la contrata de limpieza de centro, continúan la huelga iniciada hace 10 días para lucha por el convenio colectivo del próximo año. La mejora de las condiciones higiénicas del hospital, en cuyos accesos presenta aspecto de estercolero, es debida a que la Delegación del Gobierno ordenó ayer a los trabajadores, a petición de la dirección del hospital y de Clisa, aumentar los servicios mínimos de limpieza, hasta alcanzar más del 60% de la actividad habitual.Este incremento (hasta ayer los mínimos cubrían el 46% del centro, según datos ofrecidos por el gerente del hospital, Antonio Rodríguez Zarallo) fue calificado ayer por los huelguistas (le "atropello". La indignación dio paso a la moderación y los trabajadores se mostraron dispuestos a acatar la orden.

Basura

Las entradas al hospital, los pasillos y las salas de espera, hasta ayer atestados de basura, forman ya parte de los servicios mínimos establecidos. Incluso, en el turno de noche, cubierto normalmente por cuatro trabajadores, la nueva orden coloca a dos empleados de limpieza más de lo habitual. "Ya no nos quedan ni sitios para hacer la huelga", comentaba ayer con impotencia una de las huelguistas.

La dirección del Clínico ha llevado a cabo desde que se inició la protesta un seguimiento del estado higiénico del centro. A este chequeo se han sumado los servicios de inspección sanitaria de la Comunidad de Madrid. La presencia en los pasillos del hospital de "residuos sólidos orgánicos, que constituyen un riesgo para la salud", según destaca la Delegación del Gobierno, y "las deficientes condiciones higiénico sanitarias en las zonas de acceso" al Clínico han forzado el aumento de los servicios mínimos.

La dirección del centro ha intentado mediar en el conflicto, pero sin ningún éxito. La reivindicación de los huelguistas no persigue subidas salariales (su sueldo mensual no pasa de las 100.000 pesetas). Exigen que la empresa Clisa respete en el convenio colectivo para 1995 los "derechos adquiridos" por los trabajadores sobre horarios y movilidad funcional, entre otros aspectos.