Fraga sugiere poner un límite a la lucha anticorrupción para salvar las instituciones

El presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, sugirió ayer que la lucha contra la corrupción debe tener un límite porque es necesario "salvar las instituciones". "Para hacer las cosas como en Italia, mejor no hacerlas", sentenció. Frente al modelo italiano -donde dirigentes de los principales partidos han acabado procesados o en la cárcel-, el fundador del Partido Popular defendió el sistema adoptado en Francia, un país que incluso aprobó una amnistía para los políticos corruptos.

Según el presidente de la Xunta, su pretensión es restar crispación a la vida política. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Fraga se mostró especialmente cuidadoso por evitar que sus palabras puedan interpretarse como una crítica implícita a la estrategia de la dirección nacional de su partido. Admitió que algunas veces- realiza "contraposiciones de criterio", pero a continuación agregó: "Todo lo que hago es de acuerdo con mi partido". "Yo, que estoy haciendo un gran esfuerzo para descrispar el país, no puedo negar que, cuando pasan tantas cosas graves, la oposición, o habla de ellas o no cumple con su deber", comentó.Sin embargo, a continuación esbozó un discurso mucho más institucional que el empleado por los dirigentes nacionales del Partido Popular. Manuel Fraga relacionó la "tendencia general" a la corrupción con la crisis "de la ética y las instituciones tradicionales" e insinuó que es preferible suavizar la lucha partidaria antes de que los escándalos acaben arrastrando a las instituciones. Esta misma idea la expuso hace unos días en una entrevista en Televisión Española, al propugnar que es necesario hacer "borrón y cuenta nueva".

"En Europa hay dos modelos explicó Fraga, "el italiano -y quien le guste puede tomarlo y seguir por ese camino- y el francés, que es salvar las instituciones, incluso a costa de medidas concretas, de reforma de ciertas leyes, como la de financiación de los partidos. Yo prefiero el modelo francés al italiano, que ya ven cómo está funcionando. Para hacer las cosas de esa manera, mejor no hacerlas".

El presidente de la Xunta relacionó esta propuesta con la idea de la "segunda transición" defendida por Aznar: "Cuando se hace política con mayúsculas, no hay que confundir lo esencial con lo transitorio. Y no se puede decir "a mí me urge esto porque hay unas elecciones ahora". Hay que preparar una segunda transición".