Navarro se niega a dar un solo dato de Filesa a la comision de financiacion

Carlos Navarro, ex tesorero del Grupo Parlamentario Socialista e inculpado en el caso Filesa, sobre supuesta financiación irregular del PSOE, se escudó ayer en su derecho a la defensa para negarse a declarar ante la comisión del Congreso que investiga las finanzas de los partidos políticos. Tenso, crispado en ocasiones, Navarro se remitió permanentemente a la declaración que, en la primavera de 1992, realizó a puerta cerrada ante la Comisión del Estatuto del Diputado y a la que posteriormente prestó ante el juez Marino Barbero, sujeta a secreto sumarial.

Incluso las preguntas más inocuas, como su profesión, quedaron sin respuesta, temeroso Navarro de modificar su declaración judicial en una sola coma y consciente de que "todo lo que diga aquí acabará en la Sala Segunda del Tribunal Supreino". "Bastantes problemas tengo ya como ciudadano", argumentó.Especialmente duro fue con el representante del Partido Popular, Jaime Ignacio del Burgo, quien le preguntó por el diferente trato que el PSOE le ha dado a él y al ex secretario de finanzas, Guillermo Galeote, que compareció el lunes en el Congreso con una carta de apoyo en el bolsillo encabezada por la firma de Felipe González. "Yo no he venido aquí a hacer juicios morales ni valoraciones de ningún tipo. Yo estoy. querellado por su grupo parlamentario. Yo estoy aquí porque ustedes no aceptaron cierto procedimiento de esta Cámara y plantearon una querella. Y no voy a contestarle a usted que, como parte personada en el sumario, conoce perfectamente cuál es mi declaración en este tema", le espetó.

La intervención de Del Burgo fue interrumpida por los representantes del PNV y de CiU, Xose Joan González de Txabarri y Josep López de Lerma, quienes no sólo salieron en defensa de Navarro considerando improcedentes las preguntas, sino que recriminaron al PP por no haber remitido al Congreso sus deudas bancarias.

"Todos nos hemos desnudado ante la comisión excepto el PP", afirmó el diputado catalán. El silencio de Navarro y los enfrentamientos entre partidos pusieron a la comisión, que hasta entonces había transcurrido en un clima sosegado, ante sus propias contradicciones, y el presidente de la misma, el canario Luis Mardones, tuvo que emplearse a fondo para evitar que naufragara.

117 preguntas del PP

Finalmente, pese a la oposición del portavoz del PSOE, Fernando Gimeno, quien pretendía que las presentara por escrito, Del Burgo fue desgranando una por una y ante el silencio de Navarro, las 117 preguntas que traía preparadas. "¿Quién le dio la orden de organizar la trama de Filesa?", concluía el interrogatorio, como lo denominó el propio portavoz del Partido Popular.

Aunque el ex diputado del PSOE no se dirigió a los demás comisionados con la misma animadversión que a Del Burgo, quedaron decepcionados quienes esperaban tener más éxito en las respuestas. "Su peor defensa es el 'silencio", le dijo Felipe Alcaraz, de Izquierda Unida, después de que Navarro insistiera en atenerse al secreto del sumario.

"Si el resto de los comparecientes adoptan su actitud, habrá que cerrar esta comisión hoy mismo", afirmó Pilar Rahola, de ERC, coincidiendo con el anterior. Incluso González de Txabarri y López de Lerma, que les manifestaron su comprensión, tuvieron que advertirle que "el silencio general no le beneficia"

El socialista Fernando Gimeno consideró que esta situación era una consecuencia de investigar en el Parlamento un asuntoque está en manos de los tribuna

les y adelantó, no sin malicia, que afortunadamente este pro blema no se planteará con el caso Naseiro, de presunta financia ción irregular del PP, ya que el Supremo anuló el proceso por defecto de forma.

El único resultado tangible de la sesión de ayer fue la decisión de los miembros de la comisión. de realizar los trámites pertinentes para intentar obtener las declaraciones que hizo en su día Carlos Navarro ante el Congreso y ante el Tribunal Supremo, lo que resultará problemático, pues ambas están sometidas a secreto.