Butros-Gali amenaza con retirar a los 'cascos azules' de Bosnia ante el 'plantón' de Karadzic,

Llegó a Sarajevo, vio sólo a los dirigentes musulmanes y se marchó desairado con una vaga promesa de "nuevas negociaciones". El secretario general de las Naciones Unidas, Butros Butros-Gali, amenazó con retirar a los 24.000 cascos azules destacados en Bosnia-Herzegovina después de que le dejara plantado el líder serbobosnio Radovan Karadzic, que ni siquiera quiso ponerse al teléfono. Mientras el máximo representante de la ONU intentaba sin éxito que callasen las armas, el Gobierno de Croacia hacía saber que su Ejército intervendrá si los serbios toman Bihac.

"A menos que se produzca la cooperación de las dos partes en conflicto, va a resultar imposible convencer al Consejo de Seguridad para que mantenga a los cascos azules aquí", advirtió el secretario general de la ONU tras la negativa de las autoridades serbobonias a entrevistarse con él en la zona neutral del aeropuerto de Sarajevo, como estaba previsto. Butros-Gali interpretó que Radovan Karadzic se negó a negociar el cese de las hostilidades, tanto en el enclave noroccidental de Bihac, asediado por las tropas serbias, como en el conjunto del territorio de Bosnia-herzegovina."Mi visita a Sarajevo se ha debido a una. petición explícita de ambas partes", aseguró Butros-Gali antes de abandonar la capital bosnia con destino a Split con una "profunda decepción" por la actitud serbobosnia. Había intentado en vano llamar por teléfono a Karadzic. Incluso llegó a marcar el número del vicepresidente serbobosnio, Nikola Koljevic. Pero sólo descolgó el teléfono un asesor de Karadzic que se limitó a explicarle que si quería hablar con ellos debía desplazarse a Pale, una localidad cercana a Sarajevo donde los serbios de Bosnia han instalado la capital de una república que no ha sido reconocida por la ONU.

Butros-Gali se había entrevistado antes con el presidente bosnio, Alia Izetbegovic, con quien mantuvo "una conversación larga y positiva para llegar hasta un alto el fuego y continuar con el proceso de paz, a pesar de todas las dificultades". Izetbegovic se apresuró a recordarle que su Gobierno ya había aceptado el plan de paz de la ONU para la desmilitarización de Bihac y el cese de las hostilidades durante tres meses en toda Bosnia.

Mientras se sucedían las declaraciones y los desplantes en Sarajevo, Bihac seguía siendo bombardeada. La artillería serbia machacó las posiciones del frente bosnio con la intención de preparar el camino al avance de la infantería. El alcalde de Bihac, Hamdija Kabiljagic, consiguió hablar por teléfono con Alemania para describir la crítica situación del hospital regional, situado en la misma línea del frente. "Los serbios se encuentran a 600 metros de las defensas bosnias", aseguró el alcalde.

Las tropas musulmanas del líder rebelde Fikret Abdic anunciaron ayer que estaban a punto de tomar Velika Kladusa, al norte del enclave de Bihac, después de lanzar varios ataques de artillería desde la vecina región de Krajina, en territorio croata controlado por los serbios.

Para la Armija, el Ejército bosnio-musulmán, la presencia de carros de combate serbios procedentes de Krajina no ha conseguido dar un vuelco a los enfrentamientos. "Los serbios disponen incluso de un tren blindado que ha llegado desde la zona de Ripac, al sur de Bihac", aseguró un portavoz del V Cuerpo de la Armija.

Ante el agravamiento de la situación bélica en Bihac, el ministro de Defensa de Croacia, Gojko Susak, ha asegurado que su Ejército intervendrá en la contienda si los serbios se apoderan del enclave. En una información publicada en la edición de ayer de The New York Times, Susak afirma que "si Bihac cae (...) Croacia entrará en la guerra". Zagreb ya se planteó hace 10 días atacar a los serbios en Bihac y Krajina, pero Estados Unidos le exhortó a que no participara en el conflicto, según revela el ministro de Defensa croata. "Lamentamos no haberlo hecho [atacar a los serbios] porque habría sido una ocasión, de oro para establecer la ley y el orden en Krajina", apunta Susak.

Aunque la espiral dela guerra sigue girando en la antigua Yugoslavia, el Gobierno francés se mostró ayer partidario de la celebración de una conferencia internacional en París, en la que participarían las partes beligerantes. El ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, anunció en la Asamblea Nacional que el Grupo de Contacto (EE UU, Rusia, Francia, Alemania y el reino Unido) proponen que croatas, bosnios y serbios se sienten a negociar tras el fracaso de las conversaciones para detener la ofensiva bosnia contra Bihac. Londres manifestó su rechazo a una nueva conferencia internacional.

Objetores españoles

Por otro lado, la Secretaría de Estado de Justicia ha decidido suspender temporalmente el envío de objetores de conciencia españoles a Bosnia mientras se investigan las denuncias suscritas por 57 de los 85 jóvenes que han cumplido la prestación social sustitutoria en acciones de ayuda humanitarias a la ex Yugoslavía. Los denunciantes culparon a la organización no gubernamental Movimiento por la Paz el Desarme y la Libertad (MPDL) de gestionar el programa de ayuda con "incompetencia sistemática", lo que niega el MPDL.