Un domingo tranquilo y un lunes lleno de tensión
El sindicato de técnicos de vuelos (SEOTV) quizás sea uno de los más pequeños de España. Pero la madrugada del martes pasado cumplió un gran papel. Impidió que las negociaciones en Iberia se rompieran después de más de 11 horas de tensión. Los técnicos de vuelo, apenas unos 300 en una plantilla de 24.000 personas, devolvieron la sensatez a quienes en esos momentos se sentaban en la mesa en representación de CC OO, UGT, ASETMA (técnicos de mantenimiento) y SITCPLA (tripulantes de cabina), y a la propia dirección de la compañía, encabezada por su presidente, Javier Salas. Los técnicos evitaron una ruptura cuando las posiciones estaban ya muy cercanas.La jornada del lunes no fue nada fácil en la sede de la compañía. Los sindicatos antes citados, junto al SEPLA-Iberia (pilotos), el independiente SITA y USO, acudían a una convocatoria realizada por la dirección para intentar avanzar en la negociación de un plan de viabilidad, con todos los aeropuertos españoles paralizados por una huelga ilegal. De nada habían servido los contactos mantenidos el fin de semana entre el INI (accionista mayoritario de Iberia) y algunos sindicatos para acercar posiciones y evitar la huelga. Nadie trabajaba. Salas durante gran parte de la reunión, según fuentes sindicales, repitió una vez más los argumentos ya sabidos: había que recortar el salario un 15%. Cundió el desánimo.
El sábado anterior, Miguel Cuenca, vicepresidente del INI y de Iberia y curtido en negociar al margen de la mesa oficial, había mantenido contactos con los representantes del sector aéreo de CC OO y UGT, y también con USO. Cuenca ya había mantenido anteriormente encuentros con CC OO y UGT en los que se habían producido avances importantes perfilando lo que podían ser las líneas maestras de un acuerdo: aumentar la productividad mediante una reducción de plantilla mayor a la prevista, y reducir menos los salarios. Se vislumbraba el camino que al final se ha seguido, pero no cuadraban las cifras. Les separaban hasta 5.000 millones.
"El sábado por la noche", dicen fuentes sindicales, "las posturas estaban aún muy alejadas" y el domingo se rompe toda comunicación. Cuenca sigue hasta Albacete a su equipo, el Atlético de Madrid; el secretario general de CC OO, Antonio Gutiérrez, manifiesta desde Barcelona que la huelga es inevitable; su homólogo en UGT, Cándido Méndez, apela al diálogo desde Sevilla y, a todo esto, el ministro (le Industria, Juan Manuel Eguiagaray, pasa el fin de semana en Murcia.
La sorpresa más grande del día, quizás fuera la forma en que convoca la empresa. La citación llega a última hora del domingo a los sindicatos, a los que se llama por separado. No es hasta las 10.20 horas del lunes cuando se convoca a todos ja una sola reunión. Y pasadas las 12.00 horas se sientan todos en la mesa. En un receso para comer, cuando los pilotos deciden no seguir, no se había avanzado nada. No es hasta mitad de tarde cuando la faena se anima.
Pero la tensión no se abandona nunca, según fuentes de ambas partes. Hacia las 10 de la noche, UGT está a punto de levantarse, a la una de la madrugada son los tripulantes de cabinas los que casi provocan la ruptura y hacia la una y media, todos agotados y con mínimas diferencias eh la mesa, es cuando la negociación se estanca y sindicatos y empresa deciden abandonar. Es el momento en el que los técnicos de vuelo ponen orden y consiguen que se reanude la negociación. Aunque luego serían ellos quienes amenazaran con irse al quedar excluidos del consejo de administración.
En el camino se quedan varios sindicatos: el SEPLA porque insiste negociar en solitario; USO, a quien Miguel Cuenca y otras centrales invitan a abandonar la reunión en la que prácticamente hace de observador, y SITA, que secunda a USO.
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