Rígida burocracia
Escribo esta carta indignado y confuso al sentirme totalmente indefenso ante la voracidad recaudatoria y la rigidez mental del Ayuntamiento de Madrid.Soy un propietario de una cafetería abierta desde hace 12 años, y que, cosa dificil, posee una licencia de apertura definitiva por cumplir todas las normativas. El otro día unos policías municipales nos denunciaron por considerar que en la licencia de apertura no se indicaba la existencia de un frigo de cerveza y un televisor pequeño de 14 pulgadas.
Ante esto recurrimos por escrito, dado que considerábamos que en la licencia sólo se hacía constar la maquinaria que tenía un mínimo de potencia y que en ambos casos estos dos elementos no se hicieron constar como sucedió con otros (aspiradora, mesas, máquina registradora). En una entrevista con los técnicos municipales se nos insistió en la necesidad de ampliar la licencia, dado que si no cerrarían el local en 15 días. Con toda nuestra indignación nos preparamos a pagar las 30.000 o 50.000 pesetas que esperamos suponía el disponer de estos elementos (cantidad que- en realidad es la correcta en este caso) cuando nuestra sorpresa es que, para pedir esta ampliación, es preciso rellenar un formulario y presentar un proyecto visado por el Colegio de Ingenieros o de Peritos en el que se piden cerca de 10 puntos, planos del local, instalaciones, planos de las terrazas del edificio, etcétera, es decir, igual que si solicitáramos una nueva licencia. Como pueden suponer, el tiempo que llevaría este proceso y el coste (300.000 pesetas) nos han motivado a eliminar la televisión y el grifo de cerveza (venderemos sólo botellas).
¿Creen que se apoya al pequeño comercio haciendo que se produzcan unos gastos de esta cuantía por un grifo y un televisor?.-
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