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Yeltsin da 48 horas a las partes para que detengan la guerra en Chechenia

El presidente ruso, Borís Yeltsin, dio ayer por la mañana un plazo de 48 horas a las partes beligerantes en Chechenia para que depongan las armas. En caso contrario, amenazó con imponer el estado de excepción en esta república norcaucásica. A pesar de la andanada, ninguna de las fuerzas en Conflicto parece inclinada a obedecer de inmediato: aviones rusos al servicio de la oposición bombardearon ayer Grozni, la capital, mientras que el Gobierno checheno calificó las palabras de Yeltsin de "abierto deseo de continuar inmiscuyéndose en los asuntos de otro Estado"."La esperanza de que el conflicto se solucionara internamente ha desaparecido por completo. La situación adquiere un carácter sumamente peligroso para la estabilidad y la paz en nuestra sociedad, para los intereses vitales y la seguridad nacional de Rusia", dijo Yeltsin en el llamamiento hecho ayer. El líder ruso exigió a las partes beligerantes, en el plazo de 48 horas, "cesar el fuego, entregar las armas, disolver todos los grupos armados y liberar a todos los prisioneros". De lo contrario, Yeltsin está decidido a "imponer el estado de excepción y utilizar todas las fuerzas del Estado.

A las pocas horas, entre tres y seis aviones, según diferentes fuentes, bombardearon Grozni. Al menos 10 personas resultaron muertas en la zona del aeropuerto. Dzhojar Dudáyev, el presidente checheno, estaba dando una conferencia de prensa en el último piso del Palacio Presidencial cuando comenzó el bombardeo.

Las tropas de Dudáyev inmediatamente dispararon contra los aviones, y, según la agencia independiente Interfax, uno de ellos y dos helicópteros fueron derribados. Lo curioso es que los aviones, según la misma fuente, eran modernísimos Su-27 Flankers, que sólo poseen Rusia, Malaisia y Kuwait. El Ministerio de Defensa ruso, como es costumbre, se limitó a declarar que los aviones no tenían relación alguna con sus Fuerzas Armadas.

Posteriormente, la guerrilla chechena, pro rusa, anunció la suspensión de! asalto a Grozni, en respuesta a la petición de Yeltsin. Poco antes, éste convocó al Consejo de Seguridad de Rusia y afirmó que Chechenia es parte de la Federación Rusa. Dudáyev declaró en 1991 unilateralmente la independencia de Chechenla, que no ha sido reconocida por ningún país.

El ex presidente de la desaparecida URSS Mijaíl Gorbachov se solidarizó con el llamamiento de Yeltsin, pero advirtió: "Si tomamos la vía del estado de excecpión, entonces será necesario enviar tropas y utilizar tanques y aviones. Como resultado, podemos obtener una segunda guerra caucásica".

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