Las cámaras de vigilancia
Creer, o pretender creer, que las cámaras de vídeo que el Ayunta miento de Madrid pretende instalar en algunas calles de Centro van a resolver el problema de la inseguridad ciudadana y el tráfico de droga es de una inocencia preocupante.¿Lograrán evitar las cámaras de vídeo el maltrato a los niños que se produce en algunas familias, el absentismo escolar que azota ciertos colegios públicos, causas, entre otras, generadoras de marginalidad, pequeña delincuencia, drogodependencia, narcotráfico, etcétera, o deberían ser las administraciones y la sociedad en su conjunto los que nos esforcemos por cambiar estas tendencias priorizando la formación educativa, social, cultural y deportiva ... ?
¿Acaso van a evitar las cámaras que los más de 7.000 delincuentes que, según jueces y policías, cometen más del 80% de los delitos; en Madrid, continúen delinquiendo o deberá ser el trabajo sistemático de las administraciones y de sus cuerpos de seguridad y judicial quienes propicien la mayor integración de ese colectivo en la sociedad?
¿Podrán las cámaras de vídeo impedir que los camellos sigan vendiendo droga en las calles y barrios del centro y la periferia de nuestra ciudad o tendremos que abogar por medidas preventivas, sociales y educativas, particularmente entre los jóvenes?
¿Serán capaces las cámaras de vídeo de convencer a los miles de drogodependientes madrileños que dejen de consumir droga o será necesario destinar muchísimos más medios económicos y humanos a su curación, recuperación y reinserción?
Desde las asociaciones de vecinos hemos asumido la necesidad de estimular entre los jóvenes la cultura participativa, de estimular las actividades deportivas, culturales y recreativas..., para las que demandamos de las administraciones las instalaciones necesarias.
De lo que se trata es de acabar o reducir a la mínima expresión las bolsas de pobreza y la marginalidad, poniendo la Administración los medios y tomando las medidas adecuadas, y, entre tanto, que se utilicen las cámaras de televisión para lo que realmente sirven y donde sirvan para algo.-
Presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.