Guía de las 'tribus negras' en Europa
A la misma hora en que varias ciudades acogían manifestaciones contra el racismo se presentaba ayer en la librería Crisol de Madrid la Guía de la Europa negra; sesenta años de extrema derecha (Anaya & Mario Muchnik, 1.800 pesetas), del periodista Manuel Florentín. La coincidencia de ambos actos refleja el temor que despiertan los brotes de xenofobia en todo el continente europeo, incluida España, donde el asesinato de dos taxistas en Madrid la pasada semana provocó en distintos colectivos expresiones de tinte racista al divulgarse que la autoría de los homicidios se atribuía a un inmigrante magrebí.Florentín sitúa el origen de los rebrotes xenófobos y ultranacionalistas de esta década en la etapa que arranca tras la caída del muro de Berlín. La incorporación de los países del Este a la economía capitalista, el desamparo ideológico en que se sume la izquierda y el miedo al paro por la exacerbación de la competitividad propician que muchos europeos se refugien en la seguridad que proclaman garantizar los grupos de ideologías ultraderechista y tribales.
El propio autor subtitula el libro como 'Un paseo siniestro por un continente desmemoriado y peligroso'. Que esto es así lo destacaba Fernando García Romanillos, director de Tribuna, al recordar que una encuesta entre estudiantes de Ciencias Políticas de Madrid sobre quién había sido el anterior jefe de Estado en España revelaba que una buena parte de los encuestados lo ignora. "Es un síntoma preocupante", dijo Romanillos, "que se pierda de esta manera la memoria histórica de lo que han sido el nazismo, las guerras mundiales y la dictadura de Franco."
Joaquín Estefanía, director de publicaciones de PRISA, admitió que "todos somos racistas por naturaleza", y para no caer en la xenobobia "tenemos que ejercitar toda nuestra racionalidad y no alentar las bajas pasiones" de la gente echando las culpas de nuestras dificultades a los emigrantes, que es lo fácil.
Para el diputado del PSC-PSOE Salvador Clotas, el libro de Florentín refresca la memoria sobre los riesgos de caer en manos de la ultraderecha. Florentín propone reaccionar movilizando a la sociedad civil desde las propias escuelas.
