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La UE Ianza las campanas al vuelo porque la actual reactivación "es vigorosa y prolongada"

Xavier Vidal-Folch

La Comisión Europea echó ayer las campanas al vuelo. Si en Septiembre hizo los funerales a la recesión, ahora celebra la presente recuperación como "vigorosa y prolongada", según afirmó el titular de Economía, Henning Christophersen. Al acabar el año, el PIB comunitario habrá crecido un 2,6%, ritmo que será del 2,9% en 1995 y del 3,2% en 1996. La inflación está controlada, con alguna incertidumbre. Y el paro, aunque sigue siendo enorme, se habrá estabilizado a la baja. Las previsiones sobre España son menos optimistas que las del Gobierno.

Christophersen auguró que el rumbo económico "podrá in cluso superar al de los años ochenta" porqué la recuperación "es más equilibrada". Esta etapa de "reactivación y de creación de empleo será larga, si somos cautos en las políticas económicas", afirmó al presentar las previsiones de otoño para este año, 1995 y 1996.La reactivación afecta a los 12. Estados miembros, Grecia incluida. Si- hasta hoy se apoyaba sobre todo en las exportaciones, éstas cederán paso al dinamismo interno. La inversión en bienes de equipo, que crecerá este año al 2%, "se acelerará hasta el 7%-8% en 1995-96"; el consumo interno aumentará a ritmo más lento (2% en 1995 y 2,5% en 1996). El empleo, que ha disminuido durante tres anos consecutivos, crecerá el año próximo. Y el paro, que en primavera llegó al techo del 11%, bajará progresivamente al 9,75% en 1996. La inflación se situará por debajo del 3% el año próximo.

Sin embargo, la inflación podría repuntar al compás del mayor crecimiento. Y el alto nivel de desempleo y el déficit presupuestario estructural siguen siendo preocupantes: "Son nuestras prioridades". De ahí que la receta de la Comisión para la cumbre de Essen sea triple: primero, que los Estados miembros "se ciñan al Libro blanco para que los mercados laborales sean más flexibles y se combata así el paro estructural". Segundo, evitar las tensiones inflacionistas "mediante acuerdos salariales, moderados". Y tercero, activar la máxima cooperación para ajustar la política fiscal, de forma que el crecimiento sea "sostenido y sostenible" y no se disparen los tipos de interés a largo plazo. El comisario aseguró esperar para 1995 una evolución de los tipos a corto similar a la de este año.

Medidas de ajuste

Christophersen advirtió que las diferencias entre sus previsiones -"muy prudentes"- y las de algunos Gobiernos -entre ellos, más optimistas, el español-, se deben a que "no se están cumpliendo plenamente los programas nacionales de convergencia, para lo que en algunos, casos "conviene adoptar medidas adicionales" de ajuste. En el caso de España, las previsiones sobre la inflación del órgano ejecutivo de la Unión Europea son netamente más pesimistas que las trazadas en el programa recientemente revisado por el Gobierno. Y ligeramente menos amables en cuanto al déficit y a la deuda pública -en porcentaje del PIB-, como ilustra el cuadro.

Sólo cuatro países cumplirán en 1996, según estas previsiones, los requisitos de Maastricht (deuda máxima del 60% del PIB; déficit del 3%; inflación y tipos de interés moderados) para pasar a la moneda única: Alemania, Luxemburgo,Irlanda y Dinamarca (estos dos últimos, con la interpretación flexible sobre la deuda). Holanda, Reino Unido y Francia se les acercarán mucho. "Y algunos países como Bélgica y España", detalló el comisario, "no quedarán muy lejos si se adoptaran medidas adicionales de ajuste".

Al compás de este optimismo rampante se hace más verosímil la tercera etapa de la Unión Económica y Monetaria, que debe dar paso a la moneda única.

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