Borrell anuncia serios retrasos en las nuevas obras hidráulicas

José Borrell, ministro de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, criticó ayer la "campaña demagógica que ha habido contra el Plan Hidrológico, difundiendo miedos infundados, y que no ha permitido llegar a un consenso social sobre algo que estaba pensado para vertebrar el territorio". Borrell, que hizo estas declaraciones a la salida de la inauguración del II Congreso Nacional de Medio Ambiente, en Madrid, se comprometió a revisar las tesis del plan, de acuerdo con las peticiones del Congreso y el Senado: que el Plan Hidrológico vaya acompañado de los respectivos planes de cuencas y de un plan de regadíos. "Esto hará que no emprendamos ninguna nueva obra hidráulica hasta que no estén claros que regadíos necesitamos. Algunas de las obras ahora pendientes pueden sufrir serios retrasos".Entre esas obras pendientesde aprobación está el controvertido embalse del Irueña, en el suroeste de la provincia de Salamanca. Igual que hizo en septiembre con las Hoces del Cabriel, Borrell recorrió a pie el domingo la zona afectada: el valle del río Agueda. En total, cinco horas de trayecto, con un ritmo acelerado que dejó varias víctimas por el camino.

Borrell se metió entre maleza y peñascos para patear la realidad frente a los estudios contradictorios y opiniones e intereses enfrentados sobre el pantano, que prevé embalsar 210 hectómetros cúbicos, con una inversión de 6.300 millones de pesetas, para poner en marcha regadíos y regular el cauce del Águeda.

El ministro prometió, hacía el final del trayecto, que en la comarca se van a invertir 6.000 millones de pesetas, "porque ésa es la apuesta del ministerio comoforma más adecuada de desarrollo sostenible". Pero dejó claro que aún no podía decir si "toda esa inversión será en una presa, oparte en una en presa más pequeña y parte en reforestación".