Solitarios
Algunos viajan solos. Lo difícil a semejante altura de la película y en esta alejada y profundamente anarquista provincia del imperio, es formar parte de asociación o generación creativa tal que pueda irse defendiendo de la general incomprensión a base de uñas y dientes, personalidad y la propia producción artística. A excepción de los alternativos -¿a qué?- y algún que otro grupúsculo que aún no se ha enterado de que ya no hay tribus urbanas, lo cierto es que en el río musical las pepitas de oro van apareciendo, solitarias, una a una.Nancho Novo ha sido siempre un francotirador incruento. Un cruce egregio entre Shakespeare y Mick Jagger. Actor, dramaturgo y músico, este gallegazo da ahora rienda suelta a su vena rockera y nos propone un original cabaré, a ritmo de Honky Tonk, Woman, ideal para aquellos que aseguran aburrirse en los con ciertos. Ácido, histriónico marchoso y socarrón, el espectáculo de Nancho rebosa descaro e irreverencia. Muy oportuno, si es verdad que el PP va a arrasar. Fijo que se lo prohiben.
Steve Wynn también cabalga solo. Emergió la écada pasada, reivindicando a Dylan, Neil Young y Velvet U con sus Drearri Syndicate. Ahora, con banda prestada, ha grabado en, directo en una sala española, demostrando así su empecine por la vía alcohólica, hipnótica, llena de guitarras sinuosas y cuelgues morrisonianos. Steve se ha hecho mayorcito en su particular trinchera y va a lo suyo, como si el tiempo no corriera y el público no pintara nada. Pelín mesiánico y desaliñado. De todos modos, fue emocionante volver a escuchar Still holding on to you.
Siempre que se habla de algún componente de los Flaming Groovies hay que recordar con tremenda pena eso tan estúpido de los malditos. Roy Loney, legendario intérprete del más genuino y gamberro -condition sine quanon- rock and roll, tiene casi 50 años y, en directo, más ganas y empuje que muchos relumbrones de primera fila. Con look Roy Orbison, paseó su oronda figura ante el público español, enamorado y conocedor de su obra, y escribió una página más en su largo historial como compositor e intérprete de canciones inmortales. Con él, igual que con Cyril Jordan, el rock se hace tótem.
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