Hallado un coche bomba y 100 kilos de explosivos el almacén y el piso franco del 'comando Vizcaya'

La Ertzaintza (policía vasca) localizó ayer el cuartel general del comando Vizcaya de ETA en Barakaldo y el almacén de explosivos que la banda tenía en Astrabudua, a pocos kilómetros de Bilbao. Se han intervenido más de 150 kilos de explosivos (50 de ellos colocados en un coche bomba listo para ser utilízado), dos subfusiles, un fusil de asalto, un maletín bomba y abundante munición. La policía cree que José Luis Martín Carmona, KoIdo, y los otros dos liberados del grupo desarticulado el viernes vivían en el piso franco desde hace tres meses. La Ertzaintza ha identificado a cuatro de los laguntzailes (colaboradores) del comando, que huyeron tras el tiroteo en. el que murió un etarra y resultaron heridos otra activista y un agente.

La unidad de investigación de la Ertzaintza centró ayer sus investigaciones en el séptimo piso del número 14 de la calle Gernikako Arbola de Barakaldo (Vizcaya). Los interrogatorios a Martín Carmona surtieron efecto, y parte de la infraestructura del comando fue desmantelada en una operación que concluyó a las cinco de la madrugada. La policía, además del cuartel general, registró cinco viviendas en busca de cuatro colaboradores del Vizcaya. Josu Gotzon L. E., de 28 años y natural de Galdakao; Gorka M. A., de 24 años y domiciliado en Urduliz; Aitor B. G., de 28 años y residente en Sopelana, y Jesús María M. H., de 31 años y domiciliado en Basauri, forman parte de la red dirigida por KoIdo.Su búsqueda fue infructuosa. Alertados por las noticias que los medios de comunicación ofrecían desde primeras horas de la mañana del viernes, los laguntzailes se dieron a la fuga.

En la tarde de ayer, las fuerzas de seguridad hallaron en la calle Atxarte del barrio de Astrabudua (Erandio), a pocos kilómetros de Bilbao, la lonja donde. el comando Vizcaya guardaba el material explosivo para sus acciones. En total se encontraron más de 100 kilos de explosivos. La Ertzaintza acordonó desde las 17.00 horas de ayer dos manzanas de la citada localidad vizcaína y desalojó unas 100 viviendas durante la búsqueda.

En la lonja, que también era utilizada por los etarras como taller para fabricar artefactos, había un vehículo Renault 19 cargado con 50 kilos de explosivos y listo para ser utilizado como coche bomba. El resto de los explosivos se dividía en otro artefacto también preparado para su activación y varias bolsas de material sin montar. Fuentes de Ertzaintza han señalado que el comando Vizcaya utilizaba este local para colocar en los coches-bomba las matrículas falsas y los dispositivos explosivos. A última hora de la tarde, agentes de la Ertzaintza hallaron en otra lonja en la localidad vizcaína de Sopelana un coche robado modelo Fiat 1 con matrícula de Santander.

Tras la detención de Koldo, parte de la infraestructura de ETA en la provincia de Vizcaya quedaba neutralizada. El hallazgo d el coche-bomba y de un maletín explosivo listo para ser accionado en el piso de Barakaldo, confirma la tesis policial de que ETA tenía engrasada su maquinaria de muerte tras tres meses de silencio.

En el piso franco, los ertzainas hallaron además un subfusil MAT, otro de la marca Star, y un fusil de asalto Colt con mira teles cópica, utilizado presumiblemente en el atentado contra los guardias civiles de Aduanas en Deusto del pasado 11 de agosto. También ha bía cargadores, munición y más de 50 kilogramos de diferentes tipos de explosivos (amonal, amerital y biniamo), así como un ordenador y abundante documentación.

La policía considera que desde que Martín Carmona atravesó la frontera vascofrancesa a comienzos de 1993, el número de laguntzailes reclutados supera los 30. KoIdo dedicó buena parte del añio pasado a recomponer esa estructura de apoyo y la policía cree que los otros dos liberados -Ángel Irazabalbeitia y Lourdes Txurruka- se incorporaron más tarde. Durante ese tiempo, los tres terroristas cambiaron varias veces de vivienda en Bilbao.