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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Quiosqueros de Rivas

El colectivo de vendedores de prensa queremos poner de manifiesto nuestra disconformidad y nuestra protesta por el procedimiento seguido por el gobierno municipal en relación a la ordenanza reguladora sobre instalación y funcionamiento de quioscos de periódicos y revistas. Los vendedores de prensa hemos ido formulando sucesivas alegaciones con el fin de participar en la mejora de las propuestas del Ayuntamiento, que en su mayoría no han sido aceptadas. Así, hemos formulado objeciones desde la propia concepción del derecho de concesión,(desde una perspectiva "caritativa) hasta el mismo régimen de distancias que finalmente consagra discriminaciones en función de la zona del municipio afectada. En definitiva, la regularización vigente parece no seguir criterios, empresariales al, ordenar una actividad claramente empresarial. Pero la guinda del pastel, ha sido puesta por la comisión de gobierno, al. aprobar el precio público por instalación de los quioscos en la vía pública. De pronto nos enconramos con que se nos impone un precio desorbitado- sin comparacón posible con los municipios de nuestro entorno. Así, sobre la base de 2.500 pesetas por metro cuadrado al mes, un quiosco de cinco metros cuadrados en Rivas tiene que abonar 150.000 pesetas anuales.Para hacerse una idea de lo que esto supone, basta con comparar con Arganda. Un quiosco de seis metros cuadrados en, una calle de primera en Arganda del Rey tiene que abonar 80.000 pesetas anuales. Una vez más, nuestros gobernantes pretenden que seamos los contribuyentes los que vengamos a paliar las penurias económicas de la hacienda municipal. Ya pasé con los vados, ahora le toca el turno a los quioscos, mañana ¿a quién?

Entendemos que hay, otras fórmulas para sanear la economía municipal que no consisten en exprimir a los vecinos con tributos, tasas y precios públicos confiscatorios. Porque si hay algo claro es que los cinturones de los ciudadanos ya, no tienen más agujeros para seguir apretándoles- y cuatro firmas más.

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