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Clinton pide a Pekín, Tokio y Seúl un frente común para desnuclearizar Corea

AGENCIAS El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, se reunió. ayer en Yakarta, por separado con sus homólogos de China y Corea del Sur, Jiang Zemin y Kim Young Sam, y el primer ministro de Japón, Tomiichi Murayama, a quienes pidió la formación de un "frente común" que obligue al Gobierno de Corea del Norte a poner en práctica el acuerdo firmado en Ginebra el pasado 21 de octubre, por el que ese régimen se compromete a abandonar su programa armamentista nuclear.

Los cuatro dirigentes se encuentran en la capital indonesia para asistir a la cumbre del foro de Cooperación Asia-Pacífico (APEC), que comienza hoy en Bogor a unos 60 kilómetros de Yakarta. El presidente Suharto ofreció anoche a sus huéspedes una cena en la que instó a los 18 miembros de la APEC a "tener visión" y firmar el compromiso por el que se establecerá en el año 2020 en esa zona un área de libre comercio que tendrá un "profundo impacto en la economía mundial".Clinton, que pretendía utilizar esta reunión como un éxito de su política internacional y económica -la primera cumbre de la APEC se celebró el año pasado en Seattle (EE UU)-trató ayer de minimizar la ocupación de su Embajada por 29 estudiantes de Timor Este. Encargó al embajador que intente resolver esta cuestión y trató de centrar la atención en temas sobre la seguridad de Asia y en cuestiones económicas bilaterales.

A última hora de la tarde, Clinton mantuvo una entrevista conjunta con Murayama y Kim Young Sam, a la salida de la cual emitieron un comunicado conjunto en el que se afirma que la plena puesta en práctica del Acuerdo de Ginebra "da paso a una nueva era de estabilidad e incremento de la prosperidad en la región".

El presidente norteamericano declaró posteriormente que ambos dirigentes "comprenden que la puesta en práctica del acuerdo será difícil y requerirá numerosos esfuerzos desde diversos frentes".

Japón y Corea del Sur financiarán gran parte de los 4.000 millones de dólares (más de medio billón de pesetas) que costará cambiar los viejos reactores nucleares de grafito norcoreanos por otros de agua ligera que hacen casi imposible la extracción de material nuclear para otros fines. Pero está por determinar cuál será el porcentaje de cada uno.

China no contribuirá económicamente al acuerdo, pero es el único país que ejerce una auténtica influencia sobre el régimen de Pyongyang. Según fuentes norteamericanas, Jiang Zemin dijo a Clinton que en la "cuestión coreana no existe diferencia alguna entre Washington y Pekín". El líder chino se manifestó a favor de la pronta reunificación de esa península.

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Entre los 18 miembros de la APEC se encuentran Taiwan y Hong Kong que, como China, se unieron a este foro en 1991, pero el Gobierno de Pekín no ha permitido que asistieran a la cumbre ningún dirigente de esos territorios, que considera parte integrante de su Estado.

Tanto Clinton como Murayama expresaron anoche su apoyo al proyecto de declaración que Indonesia pretende que sea adoptado hoy por la cumbre. En él se considera el año 2020 como la fecha tope para el establecimiento de la libertad de comercio e inversión entre los 18 miembros de la APEC. La integración se realizaría de forma gradual, a partir del año 2010, dependiendo del grado de desarrollo de los miembros. Murayama expresó su deseo de que la próxima cumbre de este foro económico se celebre el año próximo en la ciudad de Osaka.

Integran la APEC: Australia, EE UU, Canadá, México, Japón, China, Hong Kong, Taiwan, Corea del Sur, Indonesia, Brunei, Filipinas, Malaysia, Singapur, Tailandia, Papua Nueva Guinea, Nueva Zelanda y Chile, que se incorporó al grupo la semana pasada. Conjuntamente cuentan con más de 2.000 millones de personas, y tienen el crecimiento económico más fuerte del planeta. Entre todos desarrollan el 46%,del comercio mundial y su producción industrial alcanza más del 50% de la mundial.

Un nuevo realismo

La reunión mantenida en Yakarta entre el presidente de EE UU, Bill Clinton, y su homólogo chino, Jiang Zeming, revela el nuevo realismo de la política norteamericana. De la borrascosa entrevista mantenida por ambos en Seattle (EE UU) hace un año, en la que el primero. se empeñaba en hablar de derechos humanos y el segundo de intercambios comerciales, se ha pasado a un manifiesto entendimiento en otras cuestiones de importancia para ambos países, que van desde la economía a la defensa y seguridad de la cuenca del Pacífico.En base a este nuevo pragmatismo, la Casa Blanca ha optado por olvidarse de que el régimen chino es comunista y, por tanto, violador de los derechos humanos.

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