Los serbios reclutan a musulmanes para luchar contra musulmanes
Miles de refugiados musulmanes de los campos de Batnoga y Turanj, en territorio croata ocupado por los serbios, están siendo movilizados para combatir en el enclave de Bihac, al noroeste de Bosnia, contra las unidades bosnias leales al Gobierno de Sarajevo.Los musulmanes reclutados por los serbios son jóvenes que hasta hace tres meses combatieron en el Ejército rebelde de Fikret Abdic, que se levantó contra el V Cuerpo de la Armija bosnia. Bihac es escenario de una peligrosa escalada militaR entre la Armija y los serbios de Bosnia y Krajina.
Pasa a la página 4
Los serbios utilizan a soldados musulmanes rebeldes para repeler la ofensiva de la Armija bosnia en Bihac
Viene de la primera páginaA plena luz del día tres autobuses, y un trailer de la empresa Agrokomerc (propiedad de Abdic) avanzan por la carretera de Batnoga a Slunj, escoltados por un vehículo de la policía serbia, cuyo conductor oculta su rostro con un pasamontañas. El convoy transporta 500 jóvenes. A pocos kilómetros, el campo de Batnoga exhibe una bulliciosa e inusual actividad. Corrillos de hombres y mujeres comentan la noticia de estos días. En uno de los extremos del campo dos centenares de jóvenes con un equipaje diminuto están preparados para salir. Van a un campo de entre namiento militar, según dicen, que nadie sabe dónde se en cuentra. Algunos visten uniforme de camuflaje. Aparentemente, todos son voluntarios.
La noche del martes abandonaron el campo de refugiados los primeros hombres. Lo hicieron a pie, con cuatro pertenencias. Cruzaron el puesto de control de la policía serbia y se dirigieron a Cetingrad, donde hay una base militar serbia. Allí fueron recogidos por autobuses que les trasladaron a un destino desconocido. La salida masiva continuó los días siguientes. El jueves fue un éxodo. La despedida estuvo acompañada de emocionadas escenas de adiós. No había duda alguna: volvían a la guerra.
Unos 6.000 hombres han salido de Batnoga y 2.500 de Turanj los últimos cuatros días. Los jefes locales de Batnoga como Sead Kajtazevic, aseguran que los movilizados van a un campo de entrenamiento y que de momento no irán al frente. "Sólo combatirán si es necesario, en cuyo caso lo harán profesionalmente", dice el cabecilla. Cuesta creer tal afirmación si se tiene en cuenta que se trata de soldados que no necesitan instrucción.
Esta nueva jugada en el complicado tablero bosnio demuestra que los serbios necesitan imperiosamente refuerzos humanos para combatir en Bihac. Es un ejemplo más de la colaboración, nunca admitida oficialmente, entre Radovan Karadzic y Abdic.
Las agencias humanitarias que trabajan en Batnoga y Turanj están convencidas de que la pretendida voluntariedad de los movilizados es una falacia. "Abdic ha dado la orden y sus hombres obedecen ciegamente. No tardaremos en enterarnos de que están combatiendo en las filas serbias desde la Krajina croata o desde Bosnia", dice un funcionario.
El reclutamiento de los refugiados de Batnoga y Turanj ha colocado en una posición muy incómoda al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), responsable de la ayuda humanitaria a los dos campos.
El jefe de la misión de ACNUR para Croacia, Jacques Mouchet, ha dirigido una carta a las autoridades de Knin, capital de la autoproclamada República Serbia de Krajina, en la que recuerda que los refugiados jamás pueden llevar a cabo actividades militares contra el país de origen (Bosnia) o en el que están alojados (Croacia) aunque bajo ocupación serbia. "Es inaceptable lo que está ocurriendo, porque estos refugiados se están implicando en actividades hostiles" , manifestó a EL PAÍS Wycliffe Songwa, jefe de esta agencia humanitaria de la ONU en Batnoga. ACNUR ha amenazado con suspender la asistencia a los dos campos.
Situación desesperada
La situación en el interior del enclave es desesperada, según testimonio de los pocos miembros de organizaciones humanitarias que permanecen en su interior. Los serbios mantienen cerrados todos los accesos mientras su artillería golpea duramente desde la Krajina croata, al oeste, y desde Bosnia, al este. Los serbios han lanzado una fortísima contraofensiva en el sur del enclave. Algunos informes locales apuntan que han logrado recapturar parte del estratégico antiplano de Grabez, desde donde la artillería ligera pude alcanzar la ciudad de Bihac.
Una fuente de la Fuerza de Protección de Naciones Unidas (Unprofor) reconoce que los serbios están en condiciones de recuperar el terreno perdido(unos 200 kilómetros cuadrados).
La dificultad principal con la que se topa la ONU es la ausencia de observadores militares sobre el terreno. Al carecer de datos en tiempo real, Unprofor no puede reclamar el socorro de los aviones de la OTAN. Esa es al menos la versión oficial de la ONU.
Desde mayo apenas ha entrado algún convoy humanitario a Bihac. Fuentes de ACNUR señalan que 165.000 personas dependen de la ayuda exterior. "Hemos podido darles menos de un kilo de comida y mes", explica Gonzalo Vargas, de ACNUR. El batallón bangladesí dila ONU también está atrapado.
Más información en la página 15
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.