Crisis en el consejo de la RAI al cambiar Berlusconi al director

El Consejo de Administración de la RAI, la televisión estatal italiana, renovado hace sólo un mes entre grandes protestas políticas porque la iniciativa fue considerada como una ocupación del medio público por el primer ministro, Silvio Berlusconi -que es propietario de tres de las cuatro cadenas privadas existentes en Italia-, entró ayer en crisis al dimitir uno de sus seis miembros, el empresario Alfio Marchini.La renuncia se produce como protesta porque el Gabinete ha provocado la salida del director general de la RAI, Gianni Billia, designado hace sólo dos semanas por el nuevo Consejo. Billia no era el favorito de Berlusconi. "Lo ocurrido es muy grave para la empresa y un pésimo indicio para el país", manifestó Franco Cardini, un segundo consejero de la RAI que anoche no descartaba la posibilidad de dimitir. En los medios más próximos al primer ministro italiano se insiste en que el conflicto entre sus intereses privados y el interés público es el problema fundamental que pesa sobre su futuro político.

La crisis abierta ayer pone de manifiesto que el primer ministro no logra estabilizar la situación en el ente competidor de sus empresas, sobre el cual ha intervenido con una contundencia criticada desde el propio Gobierno. Sobre todo, por la Liga Norte, la que ha obtenido menos influencias en el medio público. Bossi ha dicho que Berlusconi y Alianza Nacional invaden espacios ajenos a la política en beneficio propio.

La defensa de Berlusconi ha sido que el Consejo de Administración de la RAI, órgano encargado de renovar por completo la dirección de las tres cadenas públicas en un sentido favorable a la nueva mayoría, calificado de depuración por sus opositores, fue nombrado por los presidentes de las Cámara de Diputados y del Senado, y que nadie desde el Gobierno ha influido en los nombramientos de consejeros ni directivos.