Traspasar las fronteras
El caso de Marcial Ucín es uno más de deslocalización de empresas, un fenómeno creciente pero con una particularidad que no se da en esta ocasión. Generalmente, la deslocalización obedece a motivos salariales. Las empresas de países industrializados crean plantas en los que están en vías de desarrollo porque el coste de la mano de obra es inferior. Lo peculiar del caso Ucín es que se traslada a un país más desarrollado por razones fiscales y de infraestructura.Hoover fue quien levantó la alarma. La empresa fabricante de aspiradoras, propiedad del grupo norteamericano Maytag, decidió en enero del año pasado cerrar su fábrica francesa de Dijon y trasladarse a Escocia, donde no sólo pagarían menos salarios, sino que tenía asegurada la paz social y casi una hora más de trabajo a la semana de jornada laboral. El problema del paro es tan acuciante en toda Europa que los trabajadores escoceses llegaron a aceptar también reducir su representación sindical y aportar fondos sacados de sus planes de pensiones. Mientras, los trabajadores franceses veían esfumarse sus puestos de trabajo. Hoover abrió la factoría de Dijon en 1964 donde daba trabajo antes de que se trasladara a Escocia a 600 personas. El traslado de Hoover causó un profundo revuelo político hasta el punto de que la Comisión Europea abrió una investigación para saber si, como decían las autoridades francesas, el Reino Unido haría dumping social aprovechándose de no haber firmado ninguno de los documentos en materia social elaborados por la Unión Europea.
La salida de empresas españolas para producir en el exterior se da con más frecuencia a Marruecos y Portugal, pero también ha habido algún otro caso que ha cruzado los Pirineos para instalarse en Francia. Lo hizo, por ejemplo, la filial española de General Electric Medical Systems (GEMS), dedicada a la producción de material sanitario que cerró la planta que tenía en Madrid, despidió a sus 119 trabajadores y se instaló más allá de la frontera.
