Patrimonio Nacional tumba el proyecto de Leguina para proteger El Pardo

VIENE DE LA PÁGINA 1Izquierda Unida, que propuso la calificación de parque nacional para el bosque mediterráneo y que mantiene activa una campaña para proteger este privilegiado espacio natural, considera "intolerable la intromisión" de Patrimonio Nacional en la iniciativa legislativa madrileña.

"La competencia sobre la ordenación de los recursos naturales de la región la tiene la Comunidad de Madrid. Patrimonio no es quién para vetar nada. Su actuación raya lo anticonstitucional", proclama Isabel Vilallonga, portavoz de la coalición.

Izquierda Unida ha anunciado su intención de promover un debate en la Asamblea de Madrid sobre "la falta de respeto de determinados órganos del Estado a la autonomía de las regiones".

Manuel Gómez de Pablos, presidente de Patrimonio Nacional, no pudo ser localizado por este periódico al encontrarse de viaje.

En el Ejecutivo regional, mientras tanto, prefieren mantener abierta la vía diplomática con el organismo estatal. "Confiábamos en la mediación, pero esa vía se ha agotado. Aún nos quedan otras alternativas", indica Virgilio Cano, consejero de Cooperación.

El portavoz de Medio Ambiente de Izquierda Unida, Juan Antonio Candil, es mucho más rotundo: "El empeño de Patrimonio de impedir que salga de su exclusiva competencia el monte de El Pardo es profundamente antidemocrático. Se enfrentan con los representantes del pueblo madrileño, que han sido elegidos en las urnas, y no como ellos, que han sido designados".

Patrimonio Nacional arguye que una ley básica del Estado, como la que establece las competencias y propiedades del departamento que gestiona los bienes al servicio de la Casa Real -entre los que se encuentra El Pardo- no puede ser variada por una ley inferior de una comunidad autónoma.

Izquierda Unida, que modificó el trazado de la ronda M40 para evitar impactos en El Pardo gracias a su posición estratégica en la Comunidad (sin su apoyo caería el Gobierno de Leguina) pretende garantizar ahora que ninguna excavadora entrará nunca en las 17.000 hectáreas de bosque.

En los últimos 50 años, diversas instalaciones sociales y recreativas (hipódromo, Club de Campo, Club Puerta de Hierro, El Tejar, Club de Tiro Somontes ... ) han mordido terreno al parque.

El Ejecutivo socialista, que ha evaluado la negativa de Patrimonio Nacional a convertir El Pardo en reserva científica, no se rinde. Junto a Izquierda Unida ha redactado un proyecto de ley forestal que en breve ingresará en el Parlamento regional y que volverá a colocar un manto protector sobre el monte.

"Esta ley declara todo El Pardo como suelo especialmente protegido no urbanizable", explica Virgilio Cano. El director de la Agencia de Medio Ambiente, Arturo Gonzalo Aizpiri, aclara que actualmente se puede edificar en el espacio natural modificando simplemente los planes urbanísticos de algunos ayuntamientos. "Una vez que aprobemos la ley forestal, cualquier construcción en El Pardo requerirá una modificación de la ley madrileña y, por tanto, el Parlamento regional deberá autorizarla", afirma el director de Medio Ambiente.

Candil, de Izquierda Unida, se manifiesta "absolutamente de acuerdo con este mecanismo legislativo".

Gonzalo Aizpiri aclara que el Ejecutivo regional no ha retirado de la batalla con Patrimonio su interés por declarar parque nacional a El Pardo. Esta propuesta legislativa, presentada por Izquierda Unida y aprobada por unanimidad en la Asamblea, está empantanada en el Congreso de los Diputados, donde debería haber sido ratificada en diciembre de 1992.

"Hace dos semanas, nuestro diputado Diego López Garrido pidió que se tramitara esta ley, pero el PSOE y el PP se negaron", asegura la diputada autonómica Vilallonga.

El director de la Agencia de Medio Ambiente ha revelado que las conversaciones con Patrimonio Nacional van por buen camino: "No se han mostrado reacios a compartir la gestión del ambiente natural de El Pardo". La agencia pretende incluso firmar un convenio para dirigir junto a Patrimonio la política de conservación de uno de los pocos ecosistemas de bosque mediterráneo que sobreviven en España. "Se puede mejorar. Pero la autoridad ambiental de la región somos nosotros y por tanto debemos hacerlo, porque tenemos los medios y la experiencia necesaria", señala Arturo Gonzalo.