La variada tipología del fraude
Los sistemas para defraudar en el cobro del paro son muy diversos y, en la mayoría de las ocasiones, existe connivencia entre el empresario y el trabajador. "Dos no defraudan si uno no quiere", asegura al respecto Eduardo Ruiz Muñoz de Baena, subdirector general de Prestaciones del Inem. En los últimos años han surgido empresas de asesoría que, a cambio de pequeñas aportaciones, facilitan a trabajadores sin derecho al subsidio documentos aparentemente legales para cobrar el paro. Juzgados de Barcelona, Madrid, Zaragoza, Cádiz o Cantabria tramitan ya casos de este tipo. He aquí una relación de casos de fraude.Asesorías: Una asesoría barcelonesa dirigida por los hermanos Echene Bigata tramitaba altas de trabajadores en una docena de empresas inactivas. Transcurrido el periodo para acceder a la prestación por desempleo, los trabajadores, que pagaban 30.000 pesetas a la asesoría, empezaban a cobrar el paro.
Connivencia empresarial: Cuatro empresas madrileñas (Puertas Sur, Getcon, Baisferli y Video Tres) simulaban determinadas relaciones laborales con trabajadores para que éstos pudieran acceder al cobro del paro. Fueron detenidas 26 personas.
Contratación ficticia: 28 trabajadores fueron dados de alta en dos empresas de Cantabria -una asesoría y una comunidad de propietarios- para, meses más tarde, acceder al cobro del paro. Fueron detenidas 25 personas por defraudar 26,4 millones.
El Inem detecta otras irregularidades a través de controles que efectúa sobre beneficiarios de las prestaciones. En los últimos meses, los tribunales han emitido ya varias sentencias contra quienes, estando cobrando el paro, han rechazado empleos propuestos por el Inem o se han negado a efectuar cursos de formación. Ejemplos:
El año pasado, Blas L. G., que había trabajado como peón de construcción en Madrid, estaba cobrando 5.284 pesetas diarias como prestación por desempleo. A través del Inem, recibió una oferta para trabajar como peón, pero respondió que no era su oficio. El Inem suspendió la prestación y, pese a los recursos ante los tribunales, éstos negaron al trabajador su reclamación para seguir cobrando el paro.
Elías C.G., de Barcelona, también se encontraba cobrando el paro cuando recibió una oferta para trabajar como empleado de limpieza en la empresa Focsa. Respondió que no era su oficio y que estaba a punto de iniciar un curso de electricidad. El Inem dejó de pagarle el paro y la decisión fue avalada por la correspondiente sentencia judicial.
Carmen S.G., cocinera de Barcelona, cobraba el paro y se le ofreció trabajar en su oficio de martes a domingo. Contestó que sus obligaciones (tiene cuatro hijos) se lo impedían. Los tribunales avalaron la decisión del Inem de suspender la prestación.
Rosa María P.G. estaba cobrando el paro (5.710 pesetas diarias) cuando se le propuso realizar en Barcelona un curso de telemarketing, a lo que respondió que no tenía tiempo. El Inem suspendió la prestación.
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