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Los dos líderes históricos del FIS siguen aislados en su reclusión de Argel

Nadie responde al teléfono en el palacete de Yenan el Mufti. Todo hace suponer que los dos líderes históricos del Frente Islámico de Salvación (FIS), Abassi Madani y Alí Belhadj, se encuentran desde hace días incomunicados en su prisión dorada del centro de Argel. Los dos dirigentes del FIS fueron trasladados a este lugar el 13 de septiembre, después que la presidencia de la República decidiera modificar su situación de prisión incondicional, en una celda de la cárcel militar de Blida, por la detención domiciliaria en un lujoso chalé, en un intento de facilitar el diálogo con los islamistas.

La incomunicación de Abassi Madani y Alí Belhadj ha sido confirmada por amigos y familiares de los detenidos, quienes han asegurado que en los últimos días les ha sido imposible franquear la verja del viejo palacio Yenan el Mufti, un bello edificio del siglo XVII, rodeado en un gran parque y que tradicionalmente ha venido sirviendo de residencia de los huéspedes del presidente de Argelia.La decisión de incomunicar a los dos líderes históricos del FIS fue tomada pocos días después de que el presidente de la República diera por fracasado el proceso de diálogo con los dirigentes integristas, a quienes acusó de haber traicionado su palabra y de tratar de fomentar la violencia, a través de dos cartas, firmadas por Alí Belhadj.

La primera de estas cartas, fechada el 17 de septiembre, fue encontrada en el bolsillo de uno de los dirigentes del movimiento armado, Gusmi Chrif, recientemente abatido por las fuerzas de seguridad. El segundo documento, con fecha del 2 de octubre, tiene una extensión de 30 folios, y según fuentes oficiales se trata de una verdadera "guía del combatiente", en la que se propugna la lucha armada a ultranza.

Segundo juicio

En medios jurídicos argelinos se asegura que, a la vista del contenido de estas dos cartas, Abassi Madani y Alí Belhadj podrían comparecer de nuevo ante los tribunales, acusados del delito de "apoyo a los grupos armados", lo que constituiría un segundo juicio contra los líderes históricos del FIS, después del celebrado hace cerca de dos años y en el que fueron condenados a 12 años de cárcel. Sin embargo, fuentes políticas consideran que un eventual procesamiento de Madani en la misma causa que su compañero Belhadj sería contraproducente, ya que Madani no ha firmado ninguna de estas dos cartas y se ha manifestado de manera reiterada en favor de una salida política al conflicto, más que por una solución militar. El pasado 23 de octubre, el debate entre las opciones política y militar motivó una reunión extraordinaria del FIS celebrada en el palacete de Yenan el Mufti, según aseguran fuentes del movimiento islamista argelino. A esta reunión asistieron los otros cuatro dirigentes históricos del FIS que se encuentran en situación de libertad. Políticos y militares del FIS llegaron a un compromiso, fruto del cual fue la carta remitida por fax a la delegación de EL PAÍS en Rabat, en la que los dos líderes históricos reclamaban de nuevo la libertad total para mantener contactos con el resto de la dirección de la organización y se reafirmaban en la iniciativa de convocar una tregua.Atrapados por su discurso contradictorio y por la nueva oleada de violencia que se abate sobre Argelia, los dirigentes históricos del FIS permanecen ahora condenados, además de la cárcel, al silencio. El proceso de diálogo en Argelia, anunciado a bombo y platillo en agosto, parece para algunos bloqueado o para otros, fracasado.

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