Los egipcios buscan a sus muertos entre las cenizas

Los habitantes de Darnaka, el pueblo egipcio asolado el miércoles por una riada de petróleo en llamas, volvieron ayer a sus hogares en busca de sus familiares muertos. Los primeros esfuerzos les permitieron recuperar una veintena de cadáveres, con lo que ya rondan los 450 las víctimas confirmadas del desastre. Un policía comentó que aún quedaban centenares de cuerpos bajo los escombros de la localidad, víctima de inundaciones sin precedentes desde 1914. A pesar de la prohibición policial, cientos de personas estaban al alba entre las ruinas, tras una noche a la intemperie o en las mezquitas de Asiut, la principal ciudad de la zona, a unos cinco kilómetros al sur de Darnaka y a unos 350 kilómetros al sur de El Cairo.