_
_
_
_
_
Tribuna:LA ENSEÑANZA DE RELIGIÓN
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Formacion integral

Todos aspiramos a conseguir un mundo en el que. la persona -toda la persona y todas las personas- vivamos una vida auténticamente humana. El orden político, económico y social tiene que estar al servicio de la persona y debe hacer posible que todos, desde nuestra individualidad, afirmemos nuestra propia dignidad humana.Esta afirmación, ampliamente compartida, necesita un aprendizaje para llegar a ser una realidad. Y la escuela es un buen marco para ello. Afirmamos que la escuela no puede contentarse con una buena calidad de enseñanza. Tiene que lograr una excelente calidad educativa. La enseñanza, entendida como transmisión de conocimientos y procesos de aprendizajes significativos, tiene que ser un medio para lograr el fin educativo de formar hombres y mujeres capaces de integrarse en la sociedad en la que les toca vivir, y desde dentro transformarla, hacerla más solidaria, más justa, más humana.

El enfoque curricular del actual sistema educativo, con sus objetivos, contenidos y criterios de evaluación que ayuden a conseguir el desarrollo personalizado e integral de los estudiantes, nos muestra un sistema que reclama un abanico tal de contenidos que haga posible la consecución satisfactoria de los objetivos, es decir, que potencie y facilite el crecimiento, desarrollo y formación integral de nuestras alumnas y alumnos. Las áreas artísticas, humanísticas, lingüísticas, científicas y tecnológicas, con sus componentes respectivos, son los medios comunes e irremplazablespara la consecución de los objetivos y finalidades educativas. Pero hay una laguna importante: la religión no es un área; es, simplemente, una asignatura.

Los centros educativos la ofrecen. Es más, la tienen que ofrecer por imperativo concordatorio entre el Estado español y la Santa Sede en cuanto a religión y moral católica; por imperativo legal interno en cuanto a otras confesiones. Los alumnos y alumnas, o sus padres y madres si son menores, optan voluntariamente por que sus hijos e hijas recíban esta formación religiosa "de acuerdo con sus propias convicciones" en conformidad con, la Constitución Española. El reto educativo de la formación integral en el ámbito escolar no se plantea para quienes optan por la formación religiosa de una u otra confesión, sino pata aquellos que, voluntariamente también, optan por no recibir formación religiosa confesional.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

En mi opinión, se podría dar una. respuesta adecuada a este reto si hubiera voluntad política para ello. Tan sólo con establecer efectivamente la religión como área curricular, superando su actual status de asignatura. Un área tiene varios componentes. Por ejemplo, el área de conocimiento del medio aglutina componentes históricos, geográficos, culturales, sociales, y de ciencias naturales. La religion como área curricular debería aglutinar también distintos componentes.

1. El confesional: religión y moral católica, judía, evangélica, islámica, etcétera.

2. El cultural: hecho. religioso, constitución e historia de las grandes religiones de la humanidad: judaísmo, islamismo budismo, cristianismo; arte, literatura, música religiósa, etcétera.

3. Y con especial incidencia para los alumnos y alumnas de bachillerato: formación ética sistematizada. - La opción se haría entre los componentes del área, ya que todos ellos han de recibir un tratamiento académico y curricular idéntico al de las demás áreas. La formación en la dimensión religiosa en cuanto a los planos cultural y ético se ofrecería a to dos desde el más puro respeto a las con vicciones . religiosas y morales de cada uno. Porque la opción confesional con lleva la cultural y ética, pero no a la inversa. De este modo, la escuela podría dar Una respuesta satisfactoria al reto que tiene planteado y que no puede ignorar ni minimizar: la formación integral de to dos sus alumnos y alumnas.Me preocupan, sobre todo., las posturas radicales que se empeñan en desterrar de la escuela la formación religiosa en cualquiera de sus componentes o la de aquellos otros que se empeñan en no des cubrir el valor formativo esencial que su pone la dimensión cultural religiosa y la educación ética humanística. El hecho de recibir formación religiosa no es una con cesión que el Estado hace en favor del hombre; es, ante todo, un derecho de la persona que se fundamenta en su propia dignidad humana y que el Estado tiene que respetar potenciando a todos los ciudadanos el ejercicio pleno de este derecho.

La religión en la escuela e s una respuesta a la formación humanística que debe promover. Con razón afirmaba Pablo VI en su encíclica Populorum progressio (7): "Es un humanismo pleno el que hay que promover. ¿Qué quiere decir esto sino el desarrollo integral de todo el hombre y de todos los hombres? Un humanismo cerrado, impenetrable a los valores del espíritu y a Dios, que es fuente de ello, podría aparentemente triunfar. Ciertamente el hombre puede organizar la tierra sin Dios, pero, al fin y al cabo, sin Dios, no puede menos que organizarla contra el hombre. El humanismo exclusivo es un humanismo".María Rosa de la Cierva y de Hoces es consejera titular del Consejo Escolar del Estado.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_