El Maestranza de Sevilla resucita con 'Aida'
De Ana presenta una versión simbólica
Esta vez, Aida ha perdido su aureola hosca y Egipto no es ese paisaje estereotipado trufado de palmeras y pirámides. La Aida de Verdi con la que el escenógrafo Hugo de Ana devuelve hoy el brío de la ópera al Teatro Maestranza de Sevilla es un espectáculo oscuro y simbolista diseñado, según explicó ayer "para soñar".
El retorno de la gran ópera al Maestranza, donde el género relumbró con sus más legendarios divos durante la Expo 92, tras dos años de escenario baldío, ha desatado tanto frenesí en Sevilla que las 1.800 butacas del coliseo están vendidas, los reventas acechan las taquillas y en el ensayo general abierto al público la noche del lunes se veían matrimonios adornados como para una fiesta de gala que llevaban de la mano a niñas primorosamente vestidas de encaje y zapatos acharolados que, escuchando la romanza Celeste Aida, se dormían.El montaje del argentino Hugo de Ana presenta un Egipto "casi africano" que huye de las visiones mayestáticas inundadas de pirámides que, según explicó ayer, "han aplastado a la obra de Verdi" con una iconografía agigantada y grandilocuente. "Este es un espectáculo limpio despojado de muchas cosas para que sólo resalte la música y el drama", teorizó el escenógrafo ante un elenco feliz por prestar encarnadura a una mirada nueva sobre Aida, estrenada en 1871.
"Para mí, ésta es la primera versión que suaviza el personaje y la hace más femenina", dijo la soprano Andrea Gruber. "Me parece que es el inicio de una nueva generación en ópera", proclamó el tenor Keith Olsen. También esta versión, ejecutada por la Orquesta Sinfónica de Sevilla, incluye el uso de una banda, tal y como consignó Verdi en la partitura. Sin embargo, en la mayoría de los montajes ese refuerzo original es anulado y absorbido por la orquesta. Precisamente, el único error que obligó a detener el ensayo general fue la electrizante entrada a destiempo de unas trompetas situadas más allá de paraíso, fuera de la órbita del director Reynald Giovaninetti.
La función, producida por el Teatro Maestranza, inicia una minitemporada de ópera durante la que se verán, también, La Bohéme de Puecini y Cosi Fan Tutte, de Mozart. El nuevo director del teatro, José Luis Castro, cuya llegada desatascó el conflicto político que había empantanado la actividad del coliseo, admitió que la selección de títulos es algo convencional. "Pero es un inicio".
Babelia
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